El evento, organizado por la empresa de gestión tecnológica Lemontech, reunió a más de 600 representantes del mundo jurídico, entre socios de estudios jurídicos, profesionales de fiscalías y gerencias legales de empresas, académicos, entre otros. También hubo invitados, entre los cuales estuvo el Decano de Derecho U. de Santiago, Jaime Bustos.
Parte del análisis se centró en la evolución del mercado legal. Desde los grandes estudios jurídicos, los de menor tamaño que se han especializado, hasta el ingreso de grandes firmas internacionales. Todo ello ha generado en los últimas dos décadas una mayor competencia y complejidad del ejercicio legal. De hecho, entre 2010 y 2018 se han creado 83 estudios jurídicos. De ellos, el 46% se han fundado durante los últimos dos años, sostuvo Rafael Mery, abogado y académico UDP.
Dentro de este escenario de mayor competencia, se genera una presión por la eficiencia en el uso de los recursos. En este sentido, Ignacio Canals, fundador de Lemontech, dijo que el uso del software de gestión legal arroja que el 48% de las horas que dedica un abogado son para realizar tareas administrativas.
Abogado 2.0
Para Jorge Villalón, académico especialista en Inteligencia Artificial de la U. Adolfo Ibañez, precisamente el uso de la tecnología aplicada al mundo jurídico permite una mayor eficiencia. Pero para ello, se necesita de un abogado que tenga un “coeficiente intelectual digital”, que le permita conversar con máquinas y sistemas informáticos.
Según un estudio de la empresa de gestión de datos Netapp, citado por Javier Mancilla, especialista en análisis de datos y director en Kodiak Tech Investments, una máquina bien entrenada es hasta 600 veces más eficiente que un equipo de abogados en, por ejemplo, el tiempo que toma en revisar inconsistencias legales de contratos. Pero, acota, finalmente son los humanos quienes entrenan a las máquinas. De ahí la necesidad de un abogado 2.0.
La gran capacidad de procesamiento de información permite en definitiva automatizar y reducir considerablemente el tiempo que tomaban tareas mecánicas y eso, a su vez, entrega la posibilidad de democratizar el acceso a la justicia, concluye Andrés Arellano, CTO de Lemontech.