Recientemente, el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación del Gobierno de Chile dio a conocer los nombres de los nueve integrantes de la Comisión contra la Desinformación.
La instancia, que inició su trabajo el martes 11 de julio, incluye a representantes de la academia, de la sociedad civil vinculados al análisis de la desinformación y de Fact Checking, quienes sesionarán en el plazo máximo de un año y emitirán dos informes sobre el diagnóstico de este fenómeno, incluyendo recomendaciones para eventuales nuevas políticas públicas (uno hacia fines de agosto y otro hacia fines de noviembre).
Uno de los comisionados es Fabián Padilla Arenas, periodista titulado por nuestra Universidad y docente del curso electivo de Fact Checking de la Escuela de Periodismo del Plantel. El también estudiante de doctorado en Ciencias de la Comunicación de la Universidad Católica tiene amplia experiencia en la materia, pues es director y editor general de Fast Check CL, medio ganador del Premio Periodismo de Excelencia 2019 en categoría Digital Innovación, primer medio de Fact Checking certificado por IFCN y partner local de Meta en Chile.
En esa línea, el profesor Padilla señaló que “la comisión tiene como principal objetivo crear dos documentos generales y amplios. El primero tiene que ver con el estado del arte, de la desinformación en Chile y el mundo, es decir, lo que los académicos generalmente hacen cuando levantan literatura sobre un fenómeno social. Y ahí se genera una búsqueda, una investigación, esto se sistematiza y se deja un documento que sea de más fácil lectura. El segundo informe es más bien vinculado a lo educativo, a diseñar estrategias, alfabetización digital, cultura digital y enfrentar la desinformación desde ese aspecto social”.
Agregó que esta comisión “no está mandatada a hacer una ley, no está mandatada a controlar ninguna desinformación, sino más bien a realizar un trabajo puramente académico, que es investigación, análisis de lo que hay, de lo que existe”.
En cuanto a su experiencia personal y profesional, Fabián Padilla recalca que su aporte a la comisión es desde su rol como periodista especializado en Fact Checking. Asimismo, puntualizó que es interesante la conformación de la comisión porque todos vienen de sectores distintos pero interesados en el mismo tema, “a todos les preocupa la desinformación. Hay abogados, periodistas, académicos, hay buena representación y equilibrio”.
Sobre su designación explicó que “como señala el Decreto, había un cupo para un medio de Fact Checking y en este caso fui yo el elegido (...) mi aporte es el Fact Checking. Soy de los que defienden que el Fact Checking es un género periodístico, no es sólo una precondición del periodismo en sí mismo, sino más bien es un género periodístico, distinto, que tiene reglas distintas para inscribirse y que se ha demostrado -de hecho, hay publicaciones académicas de integrantes de la comisión, una de ellas es Ingrid Bachmann- que sostienen que el Fact Checking funciona para informar mejor a la población en un ambiente de desinformación”.
“Mi aporte será traer nuestra experiencia como medio. Desde que nació Fast Check CL hace tres años, justo para el estallido social, ha estado en diferentes hitos políticos que han conllevado muchísima desinformación, y esa experiencia es la queremos llevar a la Comisión”, detalló.
Su formación en la Usach
Fabián Padilla Arenas, estudió su enseñanza media en el Liceo Manuel Barros Borgoño, donde fue parte de la generación pingüina, como dirigente. Le gustaba la fotografía. Sus inclinaciones profesionales variaban entre el periodismo y cine. Iba a estudiar cine en la Universidad de Chile, pero a último minuto se arrepintió e ingresó a estudiar periodismo en nuestro Plantel en 2009, egresando en 2015.
Dentro de sus hitos en esta Casa de Estudios, fue candidato a la Federación el 2011. “Estuve en la Feusach durante harto tiempo. Participé en la radio como director de la franja estudiantil. Estaba súper involucrado en temas políticos y contingencia social de ese periodo: la época del fin al lucro. Cuando entré a la Universidad me encantaban los aires de civilidad y democracia, que se respiran no sólo en la sala de clases, sino que también en los patios”.
Aseguró que le tiene un especial cariño a la Usach porque es como una tradición familiar: “Mi mamá estudió en su época secretariado bilingüe en el Tecno, pero no pudo titularse por problemas económicos. Otros tíos estudiaron Construcción Civil y Contador Auditor, pero tampoco pudieron hacerlo por plata, así que se dedicaron a trabajar. Mi familia era muy numerosa y por ende soy la primera generación que logra cumplir esta meta. Lo que más me importaba era estudiar en una universidad pública y el sentido y valores del Plantel que los comprobé con el pasar de los años”.