La reelecta decana de la Facultad de Humanidades es Licenciada en Educación en Historia y Geografía (2000), además de Magíster en Historia, mención Historia de Chile (2005) por la Universidad de Santiago de Chile. Obtuvo el Doctorado en Historia, mención Historia de Chile, por la Universidad de Chile (2007) y realizó el Posdoctorado en el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile (2009).
Sus líneas de investigación son Historia Política contemporánea de Chile; Historia de la Izquierda; Historia del Presente. Entre sus libros y publicaciones se encuentran “MAPU o la seducción del poder y la juventud” (Ediciones UAH, 2009), “Reflexiones sobre la nueva historia política” (Revista de Historia Social y de las Mentalidades, Vol. 15, N°1, 2011), igualmente ha tributado con propuestas a la discusión historiográfica actual con textos como “Historia del tiempo presente: Tiempo histórico, memoria y política como desafíos disciplinarios” (Editorial Bicentenario, 2008)
En esta entrevista, la Dra. Moyano dialoga sobre las expectativas y objetivos para este nuevo periodo al frente de la Unidad Mayor, que se extenderá hasta 2027.
-¿Qué significa para usted haber sido reelecta como decana de la Facultad de Humanidades?
Fue un voto de confianza de la comunidad académica, un reconocimiento al trabajo realizado en los tres años anteriores y también un espaldarazo (sic) a las iniciativas que tenemos por delante.
-¿Cuáles considera que son los principales desafíos que enfrenta en este nuevo periodo al frente del decanato?
Tenemos en infraestructura, así como desafíos de actualización y creación de nuevos programas en las áreas de las Artes, Humanidades y Ciencias Sociales (HACS), que venga a dar respuesta a los requerimientos que tiene la sociedad hoy día, como de los ajustes que necesitamos hacer con miras de obtener o de pasar a la segunda etapa de conocimiento 2030, que es un iniciativa que nos tiene con mucho trabajo en la Facultad, repensando nuestro lugar en la universidad. Debemos seguir potenciando nuevas líneas que nos pongan a la vanguardia de las Artes, Humanidades y Ciencias Sociales.
-¿Cuál es el sello que le gustaría imprimir en esta etapa?
Queremos ser una Facultad que incida en promover a nivel nacional nuevos indicadores para la evaluación de lo que significa la producción del conocimiento y la creación artística en el área de las HACS. Creemos que ahí debemos ser capaces de incidir en la política pública, porque somos disciplinas que aportamos al desarrollo social, cultural, político, económico, pero muchas veces somos invisibles, puesto que estamos bajo una parametrización de nuestra producción académica muy vinculada a los indicadores que tienen otras disciplinas. Nosotros creemos que, sin entrar a competir con las otras disciplinas, tenemos que lograr instalar que nosotros generamos otro tipo de conocimiento, de práctica que son tan valiosas como las otras, y que deberían entrar en un diálogo que permita hacer que la universidad crezca de manera más integral más transversal. Eso es un desafío político importante.
-¿Qué áreas quiere potenciar en este nuevo periodo y por qué?
Queremos consolidar los que significa la valorización de la creación artística, que es otra manera de generar conocimiento. Actualmente no hay indicadores validados nacional e internacionalmente que permitan decir “este es un académico que, así como escribe un paper, hace una instalación artística y genera un impacto social relevante”. Creo que en eso estamos muy al debe todas las facultades de humanidades y nosotros tenemos el desafío de asumir un liderazgo importante en ese plano. Es necesario consolidar y potenciar estas áreas.