Los problemas comunicacionales del Gobierno de Sebastián Piñera han sido recurrentes en este proceso de crisis social que vive al país. Afirmaciones sin contar con una base sólida sobre supuestas intervenciones internacionales que quieren menoscabar a su administración y de paso generar un escenario ficticio de violaciones a los derechos humanos en Chile; declaraciones infortunadas sobre las familias afectadas por el incendio de Valparaíso; y tener que desmentir o dar un paso atrás por el informe de Big Data, marcaron la agitada agenda política de los últimos días del año.
En este sentido el Dr. René Jara, director de la Escuela de Periodismo de la Usach indicó que no sabe si el Gobierno tiene realmente una agenda de comunicaciones. “Creo que el gobierno intenta reaccionar frente a situaciones que están ocurriendo”, sostuvo.
Puso como ejemplo el caso del incendio que afectó a los cerros de Valparaíso y las declaraciones del Presidente Piñera en las que indicó que, aunque tome tiempo se tendrá que “terminar con esta mala costumbre de construir en lugares que sabemos que son de alto riesgo”.
Jara sostuvo que “vemos una reacción con declaraciones en donde nuevamente aparece el tema de la baja empatía con la ciudadanía. No basta con tener una agenda de temas que uno pueda proyectar, sino que sobre todo hay que contar con una sintonía y ponerse en la situación del otro, aún más con las familias que han sido afectadas”, afirmó el académico.
En este mismo contexto el Dr. Sergio González, profesor de la Escuela de Psicología de nuestra Universidad, precisó que “los errores políticos atribuidos al Gobierno tienen que ver fundamentalmente con una estrategia mal concebida, al intentar explicar el estallido social como una manipulación o maquinación proveniente del extranjero, de parte de Gobiernos adversarios a la lógica del centro derecha chilena”.
El también antropólogo se refirió a la agenda comunicacional indicando que “lo que el segundo piso de La Moneda, con Larroulet y su equipo, intenta es poder externalizar y dejar en evidencia que lo que ha sucedido no se corresponde a causas endógenas, sino que son exógenas; con esto lo que se quiere es desviar la atención de los problemas estructurales que dieron origen al estallido social”, destacó.
Para Alberto Mayol, investigador de la Facultad de Administración y Economía, el Gobierno tuvo un plan que no dio efecto. “Estos no son errores comunicacionales, son errores políticos, terminan siendo comunicacionales porque primero fueron errores políticos”, aseguró.
La Big Data de la discordia
El Dr. René Jara señaló que, al salir Piñera a desdecirse de lo declarado en la entrevista concedida a CNN, se comprueba el clásico refrán quien explica se complica, por lo que “no es necesario que el Presidente asuma tantas vocerías, ya que en los últimos días ha intervenido la agenda pública de manera poco acertada y en ese sentido me parece que el manejo comunicacional de La Moneda debería reposar más en los ministros que en el propio Mandatario”, aclaró.
Por su parte, Alberto Mayol, apuntó a la gravedad de los hechos. “Esta hipótesis surgió el día 1 del estallido social. La intervención extranjera y la existencia de un enemigo poderoso e implacable no ha tenido sustento alguno y el principal artífice de esto ha sido la Presidencia de la República, que presentó una prueba falsa que falla de manera contundente porque evidencia la mala calidad de la operación política que le estaba dando origen y queda denunciada por los mismos que tenían que recibir la prueba, que es la Fiscalía”, sostuvo el académico.
Mayol agregó que “lo más grave de este hecho, y al menos eso ha pasado en muchas democracias, es que podría poner en juego al mismo gobierno, porque estamos hablando de literalmente plantar pruebas para hacer viable la hipótesis de La Moneda”.
Derechos humanos, un gran problema
El Dr. Sergio González, se refirió al tema de los derechos humanos, problema que ha sido uno de los más complejos para el Gobierno del Presidente Piñera. “Este es un tema actual, sincrónico que ha ocurrido en los últimas 70 días y que tiene claramente responsables en las autoridades políticas y policiales a cargo del control público”, dijo.
Añadió que probablemente este sea el principal problema que tiene la administración Piñera. “La resistencia de las protestas, pero al mismo tiempo con un resguardo de los DDHH cuestión que es difícil de conciliar y de la que está lejos de salir, es una controversia de la que no puede escapar y sin lugar a dudas el tratamiento comunicacional del tema ha sido un problema sin respuesta”, concluyó.