Contrapuntos literarios y culturales. Diálogos cómplices sobre la producción crítica de Raquel Olea, llevó por nombre el encuentro que abordó la producción de la prestigiosa crítica literaria, quien fuera por largos años profesora del Departamento de Lingüística y Literatura de la Facultad de Humanidades Usach.
La actividad se realizó en dos jornadas, lunes 16 de noviembre en la sala Fidel Sepúlveda del Instituto de Estética UC, y la clausura, al día siguiente, en el Salón de Honor de nuestra Universidad, en donde un selecto grupo de poetas, intelectuales, críticas culturales, escritoras, activistas y académicas, se reunieron para abordar desde su obra Lengua Víbora hasta Variaciones, los aportes intelectivos realizado por Raquel Olea al campo cultural chileno.
En palabras de la especialista, volver a la Universidad de Santiago fue algo necesario, porque siente la convicción que aún puede seguir siendo un aporte, tanto para la comunidad universitaria, como para la investigación y el desarrollo de la crítica literaria y cultural.
“Cuando llegué a la Usach no había programas de género, ni se enseñaban, porque los profesores no tenían esa formación, ni esa militancia feminista. Siento que inauguré una entrada de los estudiantes por la preocupación con leer en los textos literarios cuestiones relacionadas a las relaciones de poder entre los sexos”, aseguró la experta.
De igual forma, indicó que el Feminismo cuestiona las relaciones de poder, al capital, a la moral dominante y al orden vigente en varios aspectos y abre la dimensión de los textos literarios a una multiplicidad de significaciones.
“Ese es el punto más interesante porque hay un legado, como dijo en la mesa redonda la poeta Eugenia Brito, de lo que se comenzó a realizar en dictadura y que hoy día tiene ya una solidez que hay que seguir pensando porque es formativo e importante para la democracia, para la formación de los estudiantes, para la educación y más”, aseguró Olea.
También, tuvo palabras para su estadía en nuestra Universidad y sus estudiantes:
“Siempre fueron, para mí, sujetos completamente brillantes. Si bien muchos llegaban de la educación media sin tener mucha idea de nada, al segundo semestre ya estaban interesados, buscando bibliografías, leyendo, haciendo preguntas, es decir, muy receptivos, y eso para alguien que ha sido una profesora que dedicó su vida a la docencia y a la lectura es fundamental” enfatizó con satisfacción.
El Dr. Humberto Prado Castillo, Vicerrector de Postgrado de nuestro Plantel, destacó la actividad que buscó homenajear la incesante labor intelectual de la crítica literaria y cultural feminista.
“La figura de Raquel Olea opera como vaso comunicante entre diferentes generaciones y diversas comunidades, pues convocó la colaboración de dos centros de estudios nacionales, por una parte, el Instituto de Estética UC, y, por otro, el Magíster en Literatura Latinoamericana y Chilena Usach. Ambas instituciones han querido hacerse presente en esta oportunidad histórica para pensar en torno a los problemas e interrogantes planteadas por la profesora Olea durante su trayectoria”, recalcó.
De igual forma, la Dr. Cristina Moyano, Decana Facultad de Humanidades, declaró que pocas veces
en el ejercicio de su cargo le había tocado entregar palabras sobre una persona tan admirable como Raquel Olea.
“Su obra ha significado en la configuración, tanto del léxico feminista, igual que su persona, como parte de una biografía colectiva de mujeres que transitaron entre dictadura y transición, disputando diversos conceptos y reflexiones en torno al género, las identidades, la política y el concepto democracia” puso en relieve la autoridad FAHU.
La decana Moyano, hizo una exhaustiva reseña de la obra de Raquel Olea y de la riquísima red intelectual y política que se estructuró en torno a la Corporación de Desarrollo de la Mujer La Morada, espacio que presidió, pero también la revista Crítica Cultural, la Radio Tierra, la editorial Cuarto Propio y LOM.
También se refirió a su participación en el 1er Congreso Internacional de Literatura Femenina Latinoamericana organizado en el año 1987, años en que se estaba discutiendo la transición a la democracia en Chile.
“En ese contorno borroso, Raquel compartió espacios con Carmen Berenguer, Diamela Eltit, Lucía Guerra, Eliana Ortega, Nelly Richard, Adriana Méndez, Sonia Montecino, Silvia Delfino, Beatriz Sarlo, Márgara Russotto, Marta Contreras, Patricia Rubio, Carmen Rabell, Josefina Muñoz, Josefina Ludmer y Eugenia Brito entre otras, que desde una perspectiva latinoamericana rescataron la voz y las plumas femeninas”, concluyó.