Ing. Mg. Ramón Blasco Sánchez: “docencia, investigación y administración marcan mi actividad universitaria. Me siento agradecido”

Su historia en el Plantel comienza en 1969, cuando ingresa a la carrera de Ingeniería en Ejecución Química en Santiago, luego en 1972 continuaría sus estudios para obtener el título de Ingeniero Civil Químico, el mismo año en que firma su primer contrato como alumno ayudante. Es este hito personal el que marca el inicio de medio siglo ligado a la Universidad de Santiago, donde ha cumplido diversas funciones entre ellas decano y director de Departamento.
El ingeniero civil químico es categórico en señalar que nuestra Casa de Estudios estatal y pública “ha significado todo” en su vida. Dice que le ha permitido ser “el sustento familiar, desarrollarme como persona y sentir que he aportado a la formación de estudiantes, a la sociedad, al departamento y a la Universidad, y eso me deja muy satisfecho”.


En 1969 Ramón Blasco Sánchez ingresó a la carrera de Ingeniería en Ejecución en Química en Santiago, plan de estudios que se impartía en el Departamento de Química de la EAO. Tres años después, en 1972 la Universidad Técnica del Estado (UTE) comenzaba a concretar algunos cambios estipulados en su nuevo Estatuto Orgánico.

Comienza a operar la Facultad de Ingeniería (FING). En su conformación, la Unidad Mayor agrupó a tres unidades académicas que hasta ese momento eran independientes al interior de la UTE: la Escuela de Ingenieros Industriales, la Escuela de Técnicos Industriales (ETI), que era parte de la Escuela de Artes y Oficios (EAO) e impartía las carreras del grado técnico, y la Escuela de Construcción Civil (ECC).

Ese mismo año se genera un reordenamiento de las carreras impartidas por la EAO y la Escuela de Ingenieros Industriales, lo que derivó en el nacimiento del Departamento de Ingeniería Química (DIQ). Fue en este proceso que la administración y el equipamiento del Departamento Química y, en particular, el área de Química Industrial se trasladó a las instalaciones del nuevo DIQ. El cambio significó la incorporación oficial de esta repartición a la Unidad Mayor. 

En este contexto institucional, Blasco firma su primer contrato con el Plantel. “Egresé de Ingeniería de Ejecución Química el año 72, el mismo año me contrataron como alumno ayudante. Este contrato permitía el ingreso a la administración pública como funcionario de la Universidad Técnica del Estado”, recuerda el hito que marcaría el inicio de medio siglo ligado contractualmente a la Universidad de Santiago.

Posteriormente, a inicios de 1973 postuló a un cargo de jornada completa del área de Química Industrial. Para ello, rindió un examen de antecedentes y oposición, el que superó y fue aceptado como profesor de jornada completa. Sus primeros cursos fueron Métodos de Cálculo, Balances de Materiales y Energía y Laboratorios. Conjuntamente a su actividad académica, inicia sus cursos para obtener el título de Ingeniero Civil Químico graduándose en 1978.

Las actividades de docencia y de investigación llevaron al profesor Blasco a cursar el Magíster en Ciencias de la Ingeniería, mención Química, en la Universidad de Chile. Se graduó con distinción  máxima, en 2001, con una tesis donde comienza a trabajar el secado de materiales, una de sus áreas de investigación.

El ingeniero civil químico es categórico en señalar que nuestra Casa de Estudios estatal y pública “ha significado todo” en su vida. Dice que le ha permitido ser “el sustento familiar, desarrollarme como persona y sentir que he aportado a la formación de estudiantes, a la sociedad, al departamento y a la Universidad, y eso me deja muy satisfecho”.

Académico, investigador y cargos administrativos

En cuanto a investigación, el Mg. Ramón Blasco ha participado en numerosos proyectos Dicyt, Fondecyt y Fondef, como investigador principal o cumpliendo labores de coinvestigador.

Entre ellos recuerda que sus primeros trabajos de investigación estaban relacionados con procesos de extracción de productos naturales y en particular de aceites desde semillas de oleaginosa. “De ahí salió mi primera publicación en la revista Contribución. Después de eso continué trabajando el tema de la extracción de productos químicos desde vegetales y algas, por el financiamiento que obtuve por un proyecto de investigación que me otorgó Conicyt. Los primeros productos obtenidos fueron Solasodina, Agar Agar y Carragenano”, señala.

Las temáticas a investigar con posterioridad fueron cambiando debido a su participación en grupos de trabajo relacionados con procesos de secado. De aquello, destaca y recuerda a un grupo de profesores entre los que se encuentran “los doctores Pedro Iván Alvares, Alejandro Reyes y Rolando Vega con quienes fuimos parte de numerosos proyectos Fondecyt y Fondef. Con ellos desarrollamos investigaciones en conjunto en esta área. También publicamos en revistas internacionales y participamos en congresos mundiales, latinoamericanos y nacionales”.

Agrega que “igualmente hicimos diversas innovaciones tecnológicas, que permitieron trabajos a nivel de laboratorio y de planta industrial de harina de pescado. Ejemplo de ello diseñamos y participamos de la implementación de un secador de transporte neumático, donde utilizamos vapor sobrecalentado como fase gaseosa. De esos procesos, dan cuenta diversas publicaciones”.

Con respecto a sus labores docentes, Ramón Blasco dice que han estado relacionadas con la generación de conocimiento científico. Esta situación ha marcado su quehacer en la Universidad.  “Tuve algunas oportunidades de trabajar en empresas, pero me gustó la Academia y por eso me quedé acá”, recalca.

Sin embargo, a medida que iba adquiriendo responsabilidades administrativas en el Departamento de Ingeniería Química y en la Facultad de Ingeniería, el tiempo que requería para investigar y hacer docencia se fueron acotando.

Primero fueron dos periodos consecutivos como director del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Santiago (1994 - 1998). Luego vendrían labores como consejero académico de la Facultad de Ingeniería (1992-1994 / 1998-2000) y en la Universidad de Santiago (2008-2016).

Su actividad administrativa se intensifica en 2002 cuando es elegido decano de la Facultad de Ingeniería de la Corporación, cargo que desempeñó hasta 2005. Posteriormente, en  2008 volvió a ser electo como autoridad máxima de la Facultad, cargo en el que es ratificado a través de una elección, para el periodo 2011-2014.

Paralelamente a las actividades propias del decanato, el profesor Blasco realizó diversas actividades que han tributado al fortalecimiento de los distintos departamentos, unidades y académicas/os de la Facultad de Ingeniería. Uno de los más destacados es el proyecto de Ingeniería 2030 -cuya adjudicación y financiamiento lo otorga Corfo-, donde se trabaja en conjunto con las Universidades de Concepción y Católica de Valparaíso.

Igualmente, en esta etapa de su carrera administrativa tuvo una destacada participación en instancias gremiales. Una de ellas fue su elección como presidente de la Asociación de Decanos de Facultades de Ingeniería de Chile (Condefi), labor que ejercía al mismo tiempo que la presidencia de la Asociación Iberoamericana de Instituciones de Enseñanza de la Ingeniería (Asibei). Este último cargo le permitió mostrar y destacar las carreras de ingeniería de la Universidad de Santiago a nivel mundial.

Retiro

A sus setenta años, el profesor Blasco mira el retiro de la Universidad como algo ineludible. Sin embargo, siente que puede seguir aportando a las nuevas generaciones de estudiantes y colegas.

“La Universidad entrega condiciones especiales para que uno se retire y hay que considerarlo, pero me siento muy comprometido con el Departamento de Ingeniería Química. La experiencia acumulada en los distintos cargos ocupados, puede servir para que nuestro Departamento  continúe en los primeros niveles dentro de la Facultad y también a nivel nacional”, concluye.

 

Autor: 
Claudio Cortés Carvajal
Fotografía: 
Cedida