- Los envases plásticos han provocado una crisis medioambiental de grandes proporciones en el mundo. Al respecto, la académica del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Cecta), Dra. Alejandra Torres, desarrolla nuevos envases que tengan un menor impacto en el ecosistema, a través del proyecto Fondecyt de Iniciación (11140404): ‘En la impregnación supercrítica de compuestos naturales en biopolímeros utilizados como envases de alimentos’.
Indagar en nuevos elementos para producir envases con menor impacto medioambiental, mejorando sus propiedades a través de un novedoso proceso de incorporación de sustancias para revertir el daño microbiológico. Esa es la finalidad de la investigación dirigida por la académica del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Cecta), Dra. Alejandra Torres, quien forma parte de un sólido equipo de investigación del Laboratorio de Envases (LABEN-Chile).
Eso es posible gracias a los recursos de un proyecto Fondecyt de Iniciación (11140404) titulado ‘En la impregnación supercrítica de compuestos naturales en biopolímeros utilizados como envases de alimentos’.
De acuerdo a la especialista, a través de esta iniciativa buscan un mejoramiento en la producción de envases para alimentos en tres aristas diferentes: medio ambiente, nuevas propiedades y nuevas características.
Este proyecto aborda tres aspectos fundamentales en la investigación y desarrollo de nuevos envases para alimentos: el uso de compuestos activos naturales con capacidad antimicrobiana provenientes de plantas, el proceso de incorporación de estas sustancias a los materiales plásticos y el material utilizado en la producción del envase.
En la actualidad, la mayor parte de los envases plásticos utilizados para alimentos se fabrican a partir de materias primas provenientes del petróleo, lo que genera un gran impacto medioambiental, producto de la acumulación de residuos plásticos en el ambiente.
La Dra. Torres comenta “que en el proyecto se trabajará con un material plástico biodegradable, el ácido poliláctico (PLA), el cual se puede obtener a partir de fuentes renovables como el maíz. Sin embargo, este tipo de materiales presenta desventajas como, por ejemplo, una alta permeabilidad al vapor de agua, lo que puede provocar alteraciones microbiológicas o químicas, lo que disminuye la vida útil del alimento envasado y/o aumenta el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos”.
Adhesión de sustancias naturales
El segundo aspecto importante que se aborda en este proyecto es la incorporación de sustancias naturales en los envases. Estos compuestos provienen de extractos de aceites esenciales de plantas, tales como el orégano y el tomillo, con capacidad antioxidante y/o antimicrobiana, lo que podría alargar la vida útil del producto envasado, manteniendo además su calidad.
Por otro lado, existen varias formas de incorporar estas sustancias a los envases plásticos, “donde uno de los procesos más utilizados en la industria alimentaria es el proceso de extrusión. Sin embargo, en este proceso se utilizan generalmente altas temperaturas lo que favorece la pérdida de las propiedades de las sustancias presentes en los compuestos naturales”, comenta la investigadora.
Debido a esto, en este Fondecyt se propone utilizar como una alternativa el proceso de impregnación supercrítica como método de incorporación.
Este método se utiliza hace varios años en el área médica y una de sus principales ventajas es que no utiliza altas temperaturas, por lo que se evitaría la degradación térmica de las sustancias naturales y por ende, de su actividad.
En cuanto a las expectativas sobre esta investigación, la Dra. Torres plantea que los resultados obtenidos hasta el momento son muy interesantes y promisorios para el desarrollo de nuevos envases para alimentos, considerando el uso de materiales más amigables con el medio ambiente.