- Se trata del “Proyecto Paulo Freire” sobre movilidad académica dirigido a estudiantes de programas universitarios de formación de profesores, acuerdo de colaboración que nuestra máxima autoridad suscribió con la directora de la Oficina en Chile de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Dra. Rosa Blanco Guijarro.
Un nuevo convenio en beneficio de su comunidad firmó la Universidad de Santiago de Chile. Se trata de un acuerdo de cooperación para movilidad estudiantil con la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) en Chile, ceremonia que se realizó en el Salón de Honor del Plantel con la firma del Rector Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid y de la directora de la Oficina OEI en Chile, Dra. Rosa Blanco Guijarro.
El convenio tiene como objetivo establecer las bases para que ambas instituciones implementen el “Proyecto Paulo Freire sobre movilidad académica para estudiantes de programas universitarios de formación del profesorado”. En ese contexto, las autoridades también entregaron seis becas a estudiantes del Plantel seleccionados por su excelencia académica y desempeño estudiantil.
En el caso de Iván Osorio y José Cornejo, realizarán sus estudios en la Universidad Federal de Río de Janeiro de Brasil; Francisco Álvarez y Bastián González lo harán en la Universidad de San Carlos de Guatemala, mientras que Ariel San Martín y Francisca Carvallo viajarán a México. Un viaje que para todos ellos contempla una estadía de un semestre.
Cabe destacar que la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) es un organismo internacional de carácter gubernamental para la cooperación entre países en el contexto del desarrollo integral, la democracia y la integración regional, cuya secretaría general se encuentra en Madrid, España.
Impactos presentes y futuros
Tal como lo plantea el Rector Zolezzi, experiencias como éstas permiten a los estudiantes desarrollar una mayor confianza y motivación, una participación activa, un mejor desenvolvimiento en el aula, además de mejores habilidades para la investigación. “Tenemos la certeza de que estas experiencias internacionales tendrán un fuerte impacto, primero en los estudiantes beneficiados y, luego, en aquello a quienes estos estudiantes formen en su calidad de profesores”, asegura.
En ese sentido, destaca el riguroso proceso de selección coordinado por el Departamento de Relaciones Internacionales e Interuniversitarias. “Hemos velado por conseguir a los mejores candidatos que, con seguridad, aprovecharán la oportunidad que entrega la Beca Paulo Freire, en homenaje al pedagogo brasileño de la esperanza y gran referente teórico de la educación”, manifiesta.
Un convenio que también considera la incorporación a este Plantel de estudiantes provenientes de distintos países de América Latina, tal como ocurre con otros convenios y programas, y que en el futuro podría ampliarse a pasantías para postgrados.
Fortalecer carrera profesional docente
En un contexto más amplio, la directora de la Oficina OIE Chile, Rosa Blanco, recuerda que el “Proyecto Educativo Metas 2021”, aprobado por los gobiernos de Iberoamérica en 2010 –con la finalidad de contribuir, a través de la educación, al desarrollo económico y social de los países y la construcción de sociedades más justas y democráticas–, cuenta con once metas, una de las cuales es el fortalecimiento de la profesión docente.
“Ésta, a su vez, cuenta con dos metas específicas, que son mejorar la formación inicial del profesorado y favorecer la formación continua y el desarrollo de la carrera profesional docente”, detalla, añadiendo que justamente en esos ámbitos es donde el Proyecto Paulo Freire se propone contribuir, para elevar la calidad y equidad de la educación.
Por ello, no duda en referirse a las tres grandes finalidades que se propone dicho programa. “Integrar culturalmente a los países de la comunidad de Iberoamérica, contribuir a la internacionalización de la educación superior e impactar en el conjunto del sistema educativo”, manifiesta la experta.
Y junto con felicitar y agradecer el compromiso que ha desempeñado la Universidad de Santiago en este desafío, proyecta su deseo para que “esta colaboración que hemos iniciado se fortalezca y se amplíe a otras universidades, de tal manera que podamos ir consolidando el Proyecto Paulo Freire que constituye una excelente oportunidad de crecimiento personal y profesional para los jóvenes”.
Nuevas experiencias y rol social
En representación de los estudiantes becados, Bastián González reconoce que “postulé a esta beca con la esperanza de vivir una experiencia en otra universidad de América Latina, con el objetivo de conocer otras realidades y así enriquecer mi formación docente para contribuir a la sociedad como un agente de cambio social activo”.
Además de agradecer el permanente apoyo de su familia, reconoce que se trata de una gran alegría, pues “junto a mis compañeros tendremos la oportunidad de aprender en diferentes aspectos, tanto disciplinares como personales”. Incluso advierte que esta instancia es “un reflejo de que existe un cambio de mentalidad en la sociedad chilena, en donde cada vez más se toma conciencia de la relevancia de la labor docente para el progreso de nuestro país”.
Por su parte, para Francisca Carvallo, su motivación de postular a la beca no solo se dio por las posibilidades que ofrece para generar redes, sino especialmente por el enfoque que se propone. “Quise aprovechar el trabajo que estoy realizando sobre educación popular para conocer experiencias en otros países”, explica, a propósito de las clases que realiza a trabajadores para la nivelación de estudios. “Desde el 2014 que participo en el ámbito de la educación de adultos”, agrega.
Hace algunas semanas terminó su tercer año de carrera, asegurando que “estudio pedagogía por el rol social que uno tiene como profesor”. Asimismo, se detiene en la necesidad por mejorar las condiciones de los docentes. “El profesorado debería cumplir un papel más activo en sus espacios de trabajo”, concluye.