El ex vicepresidente de Estados Unidos y Premio Nobel de la Paz, Al Gore, destacó la política energética de Chile. Específicamente, la expansión de la energía solar en el país. Sus declaraciones las realizó al periódico El Nuevo Herald de Miami, en el marco de la campaña promocional de su nuevo documental ‘An Inconvenient Sequel: Truth to Power’, segunda parte de ‘Una verdad incómoda’ en la que aborda el avance del cambio climático.
Para el Director del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Humberto Verdejo, “efectivamente, en los últimos años, se ha producido una masiva penetración de la energía solar en los sistemas interconectados nacionales”.
Al respecto, indica que del total de energía producida a junio de 2017, lo generado en base a plantas solares es de 4,8% en el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) -con 150 MW en Parque Bolero y 140 MW en Parque Finis Terrae- y de 2,4% en el Sistema Interconectado Central (SIC) -con 140 MW en Parque Luz del Norte-.
Por eso, destaca el potencial existente y disponible para operar en el SIC, que corresponde a 1.324 MW, lo cual representa un 7,4% de todo el sistema. Mientras, en el SING, la capacidad instalada es de 656 MW, representando el 9.4% de lo existente en dicho sistema.
“Debido a las características geográficas de nuestro país, muchos inversionistas nacionales y extranjeros han apostado por la construcción de parques solares en el norte. Esto ha favorecido enormemente a que, actualmente, existan centrales solares de gran capacidad instalada y que resultan ser competitivas con otros tipos de tecnologías”, explica.
Desafíos
A pesar de este escenario positivo, el Dr. Verdejo indica que el Estado todavía puede hacer más para incentivar el desarrollo de este tipo de energía.
“A nivel de distribución, se debe modificar la regulación vigente asociada a la autogeneración. No es un incentivo suficiente para un cliente residencial que logre producir energía en su hogar, y desee venderla a la empresa de distribución, optar a una tarifa de venta menor a la que la distribuidora cobra al cliente final”, afirma.
El especialista se refiere a la Ley 20.571 de Generación Ciudadana, establecida en 2015 y que permite que los clientes residenciales puedan vender su energía solo al 60% de lo que cobran las grandes empresas. A juicio del Dr. Verdejo, esto no resulta rentable para quienes venden ni los incentiva a producir.
“Lo mínimo es igualar esa diferencia de precios, porque la generación domiciliaria va a alivianar el sistema de distribución”, sostiene.
Por otra parte, a nivel de generación, afirma que se debe cautelar que los contratos de suministro provenientes de centrales solares efectivamente se ejecuten, implementando sistemas de garantía más exigentes para que los proyectos efectivamente se construyan y entren en operación.
Finalmente, a nivel de transmisión, indica que se requiere robustecer la carretera eléctrica nacional con el objetivo de que los nuevos proyectos, basados en energía renovable, no tengan impedimento alguno para entrar en operación.