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Coinciden en que para potenciar sistemas de alimentación sustentable se deben considerar factores económicos, sociales y ambientales

Coinciden en que para potenciar sistemas de alimentación sustentable se deben considerar factores económicos, sociales y ambientales

“Sostenibilidad en la producción de alimentos” fue el nombre del primer Workshop que realizó el Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Decytal), con el objetivo de abordar temáticas sobre sostenibilidad en la producción alimentaria abarcando los sectores industrial, académico y gubernamental. Asimismo, se orientó a establecer los desafíos para lograr un equilibrio que asegure las necesidades del presente sin comprometer las de futuras generaciones en el área alimenticia. 

En la ocasión, la Dra. María Teresa Pino, del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA-Chile); el Dr. Miguel Sierra, del INIA, Uruguay; Nicolás Ramila, jefe de Comunicaciones y Sostenibilidad en San José Farms; y el Mg. Raúl Troncoso, líder de Sustentabilidad Corporativa y Creación de Valor Compartido en Nestlé-Chile, propusieron acciones e ideas en torno a este tema ante los más de 140 asistentes al workshop.

La jornada permitió discutir en qué estado se encuentra este tema a nivel nacional y global, lo que posibilita identificar problemas y posibles soluciones a los distintos sistemas de sostenibilidad alimentarios.

Antes de comenzar con las exposiciones, el director del Decytal, Dr. Julio Bruna, señaló que el departamento aborda este tipo de temas, debido que “su misión es contribuir a la generación de profesionales con conocimientos multidisciplinarios para el desarrollo del área de los alimentos. Esto se logra a través de la docencia, la investigación y la vinculación con el medio, aportando al avance del país, en una sociedad global, donde es esencial la generación de conocimiento sobre la inocuidad alimentaria y su aseguramiento”. 

En ese sentido, “se debe llegar a un consenso de indicadores de sostenibilidad para procesadores de alimentos, incluyendo la necesidad de abordar los análisis del ciclo de vida del proceso y de sus productos. Para esto es vital la integración de toda la cadena de valor alimentaria en actividades interdisciplinarias”, remarcó.

Estrategia sostenible en San José Farms

San José Farms es una empresa agrícola-frutícola que tiene 31 años y que, por medio de sus marcas, busca ser una compañía confiable, igualmente eficiente con sus clientes, consumidores y medio ambiente.    

Nicolás Ramila, jefe de Comunicaciones y Sostenibilidad en San José Farms, señaló que la empresa se asoció a la consultora Sustenta+, buscando convertirse en una compañía amigable con el medio ambiente en su quehacer diario. Del trabajo asociado surgió una estrategia en esta área, además, de su Primer Reporte de Sostenibilidad. Este informa establece que “la sostenibilidad tiene que estar en el centro de nuestro quehacer diario y se tiene que reflejar en nuestra estrategia del área asociada a diferentes compromisos, objetivos y ámbitos de acción”. Ramila señaló que con eso se creó una estrategia fundamentada en cuatro pilares: contribuir a la vida de las personas, cuidar la tierra y sus comunidades, crecer con integridad y entregar mejor la fruta.

El representante de la empresa explicó que el paso siguiente es implementar la estrategia e integrar las dimensiones de la sostenibilidad en toda la cadena productiva de la compañía. Para ello, se generó un comité específico que se encarga de medir y dar seguimiento a las etapas, indicadores y acciones asociadas a la compañía “Finalmente, cuando una empresa genera una estrategia en esta área y la sociabiliza, uno alinea la cultura de sostenibilidad de manera interna y externa, además podemos compartir las mejores prácticas de la industria en este ámbito. Esto es mirar hacia adelante, observar el entorno para poder crecer y desarrollarnos juntos”, destacó.   

Chile Proveedor de alimentos sustentables

En la charla, ‘Producción sustentable de alimentos en Chile’, la Dra. María Teresa Pino del INIA-La Platina, Chile, aseguró que el sector agroalimentario chileno tiene la oportunidad de impulsar un desarrollo económico, pero deben “estar involucrados varios factores relevantes, como el aspecto social, el económico, el equitativo, el sostenible y sobre todo el ambiental”.

En ese sentido sostuvo que “el Ministerio de Agricultura tiene una estrategia de sustentabilidad para el sector agroalimentario. Esencialmente su visión es que nuestro país pueda ser reconocido como un proveedor de alimentos producidos de forma sustentable, tanto para nuestro país como para el mundo, pero también comprometido con las personas, con las comunidades y el desarrollo de las economías locales”.

Sobre esto última área, señaló que se está trabajando de manera constante bajo las directrices que entregó la Oficina de Estudios y Política Agraria (Odepa), del Ministerio de Agricultura, en la ‘Estrategia de Sustentabilidad Agroalimentaria 2020-2030’, en ella existen “tres ámbitos de trabajo. El ambiental, el social y el económico. Y ¿cómo se organiza? Existe una gobernanza que está formada por el sector privado, público, universidad, centros avanzados de investigación, que de cierta forma si tenemos que enfrentar en marzo, una nueva administración, probablemente los actores van a seguir con las mismas tendencias, porque es una tendencia global”, explicó Pino.

Sustentabilidad Corporativa en Nestlé Chile

En la presentación del Mg. Raúl Troncoso, líder de Sustentabilidad Corporativa y Creación de Valor Compartido en Nestlé-Chile, sostuvo que la estrategia de sostenibilidad de Nestlé tiene como propósito desarrollar el poder de la alimentación para mejorar la vida de hoy, pero también de las futuras generaciones. Esto está establecido en tres grandes ejes: para personas y familias, para nuestras comunidades y para el planeta.

Para lograrlo, la compañía crea “valor compartido (VC) para la empresa y la sociedad, que es nuestro enfoque de negocios. Además, es la forma en que se establece, a nivel global, cómo Nestlé se relaciona con su entorno. Este modelo de VC tiene la convicción de ser una fuerza positiva en la sociedad donde se desarrolla”, explicó.

La terna de compromisos se encuentra interconectados entre las diferentes áreas y pone los temas sociales, económicos y ambientales en la cadena de valor de la empresa procesadora de alimentos.      

El desafío de no producir alimentos a cualquier precio

La última exposición de la jornada estuvo a cargo del Dr. Miguel Sierra, del INIA, de Uruguay, quien se refirió a los desafíos de construir sistemas alimentarios sostenibles.

En esa dirección, dijo que primero se debe “contemplar que los sistemas alimentarios abarcan una gama de actores y de actividades interrelacionadas que buscan agregar valor, donde se incorpora la producción, el procesamiento, la distribución, el consumo y la eliminación de productos alimenticio”.

En esa línea, América Latina, además de tener en los alimentos una de las principales fuentes de generación de riqueza, tiene “el desafío de no producir de cualquier manera. Debemos de producir, aparte de sostenible ambientalmente, agregando y capturando valor, generando empleos de calidad, capturando el mayor dinero posible que vamos a destinar al sector alimentario, pero también al de salud, de educación, al de infraestructura, es una palanca de desarrollo muy importante”, destacó Sierra.

 

Opinión del académico Mag. Luis Sáez: Canales de alimentación saludable durante la emergencia sanitaria

Opinión del académico Mag. Luis Sáez: Canales de alimentación saludable durante la emergencia sanitaria

Ya en el año 2017, las recomendaciones del Ministerio de Salud, en la Política Nacional de Alimentación y Nutrición, eran aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres, pescados y mariscos, y disminuir el consumo de alimentos ultra procesados, especialmente, los que tienen los denominados “sellos negros”.

Además, explícitamente, indican la necesidad de “aumentar la cobertura de ferias libres y otros formatos de mercados locales para el expendio de productos provenientes de la agricultura familiar y campesina en cada comuna del territorio, con énfasis en los alimentos promovidos por las guías alimentarias. Extendiéndose a los nuevos emplazamientos de vivienda, innovando en el formato y acercando los puntos de venta a los lugares de tránsito de las personas en su vida diaria.

Afortunadamente durante la emergencia sanitaria, especialmente, las familias de menores ingresos han seguido acudiendo a comprar sus alimentos saludables en las ferias libres y los negocios de barrio, esto a pesar de las dificultades para el desplazamiento de las personas y, principalmente, las restricciones de funcionamiento que han tenido las ferias libres básicamente por la incomprensión de parte de algunos alcaldes respecto del importante rol que cumplen en cuanto a, mejor acceso a los bienes a un menor costo, la amplia oferta de productos saludables y el fortalecimiento de los pequeños agricultores y pescadores artesanales del país.

La importancia del canal tradicional ya quedaba de manifiesto en el 2010, en un estudio de panel realizado en la Región Metropolitana de Santiago, en que el 42% de los participantes prefería comprar sus alimentos en ferias libres y negocios de barrio y, un 37% en supermercados.

Junto a ferias libres y negocios de barrios, como lugar para comprar las frutas y verduras, aparecen con mucha fuerza las compras a distancia con entrega a domicilio, principalmente, vinculado a ventas desde ferias libres, verdulerías (negocios de barrio) y directo de productores; formato emergente que se acelera por motivos de la emergencia sanitaria. Esto, en contraste con el bajo porcentaje de la población que prefiere comprar sus frutas y verduras en los supermercados.

De esta forma, en un estudio reciente que realizamos durante la emergencia sanitaria, las preferencias para comprar frutas y verduras, agrupando ferias libres, negocios de barrios y las entregas a domicilio, llegan a un 86%, especialmente por la cercanía al hogar y la conveniencia en los precios. Esto podría explicar que, un 75% de los encuestados declara que, durante la emergencia sanitaria, el consumo de frutas y verduras en su familia se ha mantenido igual que antes o, incluso, ha aumentado.

En el estudio de panel realizado el 2010 en la Región Metropolitana de Santiago (citado anteriormente), se obtuvo que el 73% de las personas que participaron compraban sus frutas y verduras en las ferias libres, un 15% lo hacía en supermercados, un 6% en negocios de barrio y, sólo un 0,2% mediante entregas a domicilio.

Al comparar ambos estudios, es evidente la relevancia de las ferias libres como lugar de compra de frutas y verduras, fundamentalmente para la población de menores ingresos. Los supermercados no marcan grandes diferencias en ambos estudios, en cambio, los negocios de barrios y, claramente, las compras a distancia con entregas a domicilio, adquieren un importante rol, explicado en gran parte por la situación de emergencia sanitaria y por un cambio en los hábitos de compra de la población.

La importancia del canal tradicional, para permitir el acceso democrático a los alimentos saludables, se refuerza durante la emergencia sanitaria, lo que coincide con el planteamiento que realiza Eve Crowley, representante en Chile de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), quien aseguró que la obesidad “es más que un problema individual; es un problema también de entornos y del contexto político, cultural y económico“, y agrega “cuando hay desigualdad, hay mayor riesgo en algunas poblaciones de que no pueden comprar los alimentos saludables”.

La situación del país, ha evidenciado los problemas de acceso a la alimentación que tiene gran parte de la población, lo que reafirma nuestra opinión respecto de que el grave problema de Chile no es la cantidad de alimentos producidos, sino, más bien la distribución de los mismos.

Para mejorar la distribución, se deben seguir fomentando los mercados locales y circuitos cortos de comercialización, se deben hacer esfuerzos para que los alcaldes entiendan el rol de las ferias libres y, si bien, es necesario generar protocolos sanitarios para su funcionamiento, se deben hacer los esfuerzos necesarios para que sigan funcionando, especialmente, en los sectores de población de menores ingresos.

Por su lado, las ferias libres deben generar algunos cambios como, por ejemplo, disminuir la cantidad de puestos por feria. Sería ideal, realizar ferias con máximo 50 puestos, pero en mayor número de puntos de la ciudad. También, deben innovar aumentando la entrega a domicilio, es algo que a la población le acomoda, ya sea por las dificultades de desplazamiento por enfermedades, por la edad, problemas de movilización, seguridad o falta de tiempo debido al trabajo.

También, es imposible dejar de mencionar que, para mejorar la disponibilidad de alimentos a la población, es necesario reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos, que en promedio alcanzan a un 30%, con lo cual se podría alimentar a una gran parte de la población.

Alto interés ante análisis de expertos de Facimed sobre efectos del COVID -19 en la alimentación saludable

Alto interés ante análisis de expertos de Facimed sobre efectos del COVID -19 en la alimentación saludable

Con una alta participación se dio inicio al Ciclo de Charlas 2020 del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de Alimentos (Cecta) de nuestra Universidad. El encuentro se realizó de manera online a través de la plataforma Zoom.

En esta ocasión, los académicos de la Facultad de Ciencias Médicas, el médico Tito Pizarro y la nutricionista Daniela González, reflexionaron en torno a la alimentación en tiempos de pandemia y a la importancia de mantener buenos hábitos alimenticios en la rutina durante el confinamiento.

El director del Cecta-Usach, Dr. Claudio Martínez, señaló que el Centro ha realizado estos ciclos de charlas desde el año pasado con el objeto de presentar a un público amplio diversos aspectos de su quehacer, en un contexto de aplicación de las investigaciones que se realizan en la universidad.
 
Asimismo, el Dr. Martínez destacó la conexión de casi 60 personas a la charla, de distintas regiones de nuestro país, incluyendo a representantes de la Agencia Chilena para la Inocuidad y Calidad Alimentaria (Achipia) del Ministerio de Agricultura."Nos hemos adaptado a la situación actual y realizamos este Conversatorio por Zoom. La respuesta fue muy buena, generando una amplia participación. Nos sorprendió gratamente la presencia de gente de organizaciones gubernamentales, así como profesionales vinculados a la materia", puntualizó.

Alimentación y COVID-19
 
De acuerdo a la información disponible y la experiencia clínica, los adultos mayores y las personas que presentan enfermedades crónicas o subyacentes, tendrían un mayor riesgo de contagiarse de Coronavirus.

Dentro de este grupo se encuentran las personas con obesidad, diabetes mellitus, cáncer, enfermedades cardiovasculares (hipertensión arterial, infartos y accidentes cerebrovasculares), y cuadros respiratorios crónicos (asma, enfermedad obstructiva crónica).

Según cifras del Ministerio de Salud, un 74% de la población chilena presenta malnutrición, asociada al sobrepeso, obesidad y obesidad mórbida. Al mismo tiempo, un 40,1% padece síndrome metabólico (hipertensión elevada, triglicéridos elevados, glicemia alta y obesidad).

El Dr. Pizarro sostuvo que al mirar los datos de quiénes son las personas que tienen más prevalencia del síndrome metabólico, aparecen los adultos mayores, la población con menor nivel educacional y los sectores más pobres.

"Aquí se suman riesgos de contagio y enfermar gravemente, ya que además existe una imposibilidad real de producir distanciamiento físico", advirtió el vicedecano de Docencia y Extensión de Facimed. "Por ello surge la necesidad de crear políticas públicas que se traduzcan en permitir que toda la población sea protegida", añadió.

El académico concluyó que la prevalencia de malnutrición por exceso en Chile "nos obliga a tener políticas públicas distintas en torno a cómo se debe alimentar la población ahora, pero también nos hace reflexionar respecto de cómo nos tenemos que alimentar después de esta pandemia".

¿Qué hacer desde el punto de la nutrición?
 
La académica y nutricionista Daniela González, sostuvo que "tal vez hacía falta que viniera este virus para instalar la alimentación saludable por fin en Chile". "Durante mucho tiempo hemos tratado de mejorar la alimentación de las personas y creo que hoy tenemos una razón más que nos invita a cambiar ciertos hábitos", puntualizó la profesional.

Frente a la actual emergencia socio-sanitaria, la académica resaltó que existe un espacio virtuoso para instalar la práctica de alimentación saludable con aquellos mínimamente procesados y naturales. Además, indicó que el cultivo de frutas, verduras, legumbres, la pesca, y otros productos naturales, casi no se han visto afectados; y también destacó la oferta importante de canales de distribución.

Para González, la clave actualmente es cómo entregar seguridad en el acceso a esos productos, así como a la distribución y la compra, al ser espacios democráticos de integración y cohesión social. "Con esto también debemos preguntarnos cómo se aporta desde el Estado para dar las condiciones mínimas y aprovechar esta oportunidad para entregar subvenciones en alimentos a la población de mayor riesgo", sentenció.

Recomendaciones
 
La nutricionista González señaló que, en general, los niveles bajos o la ingesta inadecuada de micronutrientes se han asociado con efectos adversos en COVID-19, tales como vitaminas A, B, C y D, y ácidos grasos poliinsaturados (Omega-3, Selenio, Zinc y Hierro).

No hay evidencia establecida de que el uso de una cantidad suprafisiológica o supraterapéutica de micronutrientes pueda prevenir o mejorar los resultados clínicos de COVID-19, añadió la académica. No obstante, hay algunos registros que indican que en dietas con bajo índice glucémico existe una disminución de los procesos inflamatorios por Coronavirus.

Los expertos coincidieron en que una planificación es esencial para mantener hábitos de alimentación saludables. En ese sentido, junto con desestimar un desabastecimiento de alimentos, ambos entregaron una serie de recomendaciones a la hora de comprar insumos.

Entre estas sugerencias está comprar lo justo y necesario; hacerlo en horarios menos concurridos; preferir la compra online; lavarse las manos al llegar a casa; limpiar con toalla desinfectante los alimentos envasados y lavar todos los productos; en caso de usar bolsas reutilizables, lavarlas o limpiar con una toalla desinfectante.

Además, los especialistas aconsejan una dieta saludable rica en frutas y verduras, que ayude a mantener un buen estado de salud; limpiar, cortar y congelar verduras; preferir verduras y frutas en vez de galletas, snacks y pastelería; limitar consumo de azúcar añadida y alcohol; beber mucha agua; y priorizar un descanso adecuado.

U. de Santiago diseña metodología pionera en Chile para disminuir obesidad escolar

U. de Santiago diseña metodología pionera en Chile para disminuir obesidad escolar

Reducir los altos índices de sobrepeso y obesidad, y difundir conocimientos científicos y tecnológicos sobre una alimentación y vida saludable de forma entretenida utilizando realidad virtual (RV), es el objetivo de la innovadora herramienta que está diseñando el Centro de Estudios de la Universidad de Santiago (CEUS) en la provincia de Llanquihue.

Se trata de un proyecto de Innovación Social de Corfo sin precedentes, ya que según explica la coordinadora del proyecto e Ingeniera en Alimentos, Corina Flores Calderón, “hay otros casos donde se ha usado esta tecnología en enseñanza, en Ciencia por ejemplo, pero no para fomentar una alimentación saludable”, puntualiza.

La iniciativa de un año de duración, se encuentra en etapa de co-creación, donde los investigadores del Centro junto a profesores y estudiantes de los 10 recintos escolares que participan, están diseñando el prototipo ideal de realidad virtual para fomentar la enseñanza y así poder evaluar finalmente impactos antropométricos efectivos de su utilización.

Según explica la coordinadora, para generar una estrategia comunal que permita abordar la obesidad infantil considerando el bajo impacto de las políticas de enseñanza pasiva para promover una vida saludable, es que proponen el uso de tecnologías audiovisuales e informáticas.

El prototipo espera ser incorporado a un carro móvil, dividido en estaciones, en donde los estudiantes puedan incorporarse a entornos inmersivos y multisensoriales (vista y oídos), que permitan estimular el proceso de aprendizaje, y/o a máquinas de ejercicio estáticas, si estuviesen disponibles en las Escuelas.

Relevancia

Según datos estadísticos del Departamento de Salud de Llanquihue, la problemática de salud alimentaria afectaría hasta un 65% de estudiantes en algunas localidades.

En ese contexto, la localidad de los Pellines concentra el mayor porcentaje de sobrepeso y obesidad, alcanzando un 70,7% en niñas y un 61,1% en niños, seguido de la localidad de Loncotoro, donde se registra un 61,3% de malnutrición por exceso en mujeres y el 42,9 % en varones.

Para ello, el CEUS, dependiente de la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación, está trabajando con las Escuelas Rurales Loncotoro, Colegual, Coligual San Juan, Línea Solar, Los Pellines y Particular La Colonia.

Además trabaja con las Escuelas Urbanas Integración Lagos del Sur, Inés Gallardo Alvarado, Particular Saint Paul College y del Lenguaje Girasol.

La metodología incluye a un estudiante por cada curso de pre-kínder a octavo básico con distintos parámetros nutricionales: peso normal, obesidad y sobrepeso.

Para el proyecto, el equipo de investigadores del CEUS en conjunto a investigadores y profesionales expertos en salud, nutrición, educación y técnicas audiovisuales, diseñará las gráficas audiovisuales y un prototipo de Unidad tecnológica móvil de Realidad Virtual para la enseñanza de vida saludable.

Además, para incentivar la actividad física de los estudiantes, adecuarán máquinas de ejercicio estáticas con equipos de realidad virtual, y evaluarán el impacto de la utilización del prototipo UEM, sobre los indicadores antropométricos, IMC, circunferencia cintura, presión, colesterol y glicemia de los participantes.

Respecto a la iniciativa, la coordinadora del proyecto sostiene que “es una herramienta educativa donde los niños pueden aprender mediante técnicas tecnológicas e innovadoras de realidad virtual, ya que muchas veces no tienen acceso a computadores o internet”, puntualiza.

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