Tras el fin de semana de Fiestas Patrias, celebración en que se registraron 800 sumarios sanitarios por traslados a segundas viviendas y 2.821 detenidos por incumplimiento de las normas ante el COVID-19, especialistas del área de la salud de la Universidad de Santiago de Chile, compartieron su visión respecto a la posibilidad de un aumento en la tasa de contagios.
Aún es pronto
Para el infectólogo del Hospital Barros Luco y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Santiago, Dr. Ignacio Silva, aún no es posible saber a ciencia cierta el impacto que tuvieron las medidas del plan ‘Fondéate en casa’ en la cifra de nuevos casos de personas contagiadas con Coronavirus.
“Hay un plazo de catorce días en que la enfermedad aún se puede manifestar. Durante esta semana, solo empezaremos a advertir el eventual aumento de casos. Además, hubo menos personal trabajando en estas fechas y, por lo tanto, hay un retraso en el registro de los sistemas informáticos”, explicó.
El especialista reconoció que todo hace suponer que, durante este fin de semana, hubo una mayor movilidad y aglomeraciones, tanto en espacios abiertos como cerrados, también dificultades para fiscalizar todas las situaciones irregulares que pudieron haber surgido. Sin embargo, insistió en que esto aún no es posible de comprobar.
“Creo que habrá un aumento de casos, pero es difícil evaluar la magnitud. Eso empezará a observarse en los próximos días. Los datos que veamos de aquí a fin de mes harán necesario reevaluar si es preferible continuar con las políticas de desconfinamiento o las de confinamiento”, afirmó.
Volver a las medidas básicas
El asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en adulto mayor y académico de la Facultad de Ciencias Médicas de la Usach, Pablo Villalobos, coincidió con Silva respecto a la necesidad de esperar unas dos semanas para comenzar la evaluación de posibles efectos de las Fiestas Patrias en el contagio y llamó a mirar los datos desagregados por regiones y comunas.
“Es importante no solo tomar en cuenta la dinámica temporal del virus y los resultados totales que observamos sino, además, su distribución geográfica. Es decir, cómo la situación ha cambiado en las distintas regiones. Por ejemplo: a nivel nacional hemos visto que la curva de contagio se mantiene relativamente estable en torno a 1.500 (contagiados diarios), pero cuando uno empieza a mirar las regiones, eso no es representativo de todas ellas. Algunas suben mucho, otras bajan. Esos datos son los que hay que mirar para sacar conclusiones”, planteó el especialista.
De cualquier forma, a juicio de Villalobos, el análisis de las cifras de contagio en Fiestas Patrias, “servirán para saber si se hicieron las cosas bien, pero ya no habrá nada más que hacer. Hay que cambiar el chip y mirar más hacia adelante que hacia atrás”.
En palabras del académico, lo que se requiere es un cambio de estrategia por parte de las autoridades, con miras a reforzar el llamado a respetar las normas sanitarias básicas como el correcto uso de mascarillas y la mantención de la distancia física.
“Ese es un mensaje importante y, dicho en buen chileno, es una sandía calada. Es algo que se puede decir en cualquier circunstancia: tanto si estamos en un peak como si estamos en proceso de desconfinamiento. Servía en marzo cuando pensábamos que todos los casos eran sintomáticos y sirve hoy que sabemos que también hay contagiados asintomáticos", precisó el experto.
Baja sensación de riesgo
El académico de la Facultad de Ciencias Médicas de la U. de Santiago y especialista en Salud Pública, Mauricio Osorio, llamó a ser mucho más cuidadosos con las próximas medidas sanitarias, sobre todo teniendo en cuenta la situación en otras regiones de Chile, como la de Magallanes, que “estarían pasando por una situación más complicada que la que se vivió en abril y mayo de la pandemia”.
“La eventualidad de un rebrote es de una importancia que uno no puede dejar de considerar. Teniendo en cuenta lo que sucedió en Fiestas Patrias, con el aumento de aglomeraciones y del incumplimiento de medidas sanitarias, probablemente podría ocurrir a mediados de octubre o después de la quincena del mismo mes. Es importante que sigamos manteniendo medidas tan simples como la del uso de mascarillas, lavado de manos y el distanciamiento social”, apuntó.
Para el experto en Salud Pública, la situación también podría darse ante las medidas de desconfinamiento y reapertura de centros comerciales, que podrían generar una “sensación de relajo”, que no sólo pondría en riesgo a la población, sino que también complicaría al personal médico que no tendría la misma respuesta ni capacidad que al principio de la pandemia.
“Hay que ser muy cuidadosos también en el avance del desconfinamiento. Nadie ha considerado una situación que es particularmente compleja, ya que cuando tuvimos el peak de casos de COVID-19 tiempo atrás, teníamos al equipo de salud que estaba combatiendo la primera línea con todo su esfuerzo para sacar esto adelante. Sin embargo, ahora el rebrote nos va a pillar con los equipos desgastados, algunos con licencia médica y, por ende, podríamos tener una respuesta diferente a la que tuvimos a principio de la pandemia, donde la capacidad va a ser distinta”, advirtió Osorio.
“Debemos ser mucho más cuidadosos con las medidas que estamos tomando, sobre todo con la Región Metropolitana, las directrices las tiene que dar finalmente las autoridades sanitarias”, finalizó el académico de Facimed Usach.