La profesora Yenniffer Ávalos, de la Facultad de Química y Biología, logró concretar un curso bajo modalidad de innovación pedagógica con sello de internacionalización junto a su par de la Universidad Nacional Autónoma de México. El programa se tituló “Misma enfermedad, ¿mismo tratamiento?”
El proyecto consistió en aplicar los contenidos sobre receptores y vías de transducción de señal estudiados en la Unidad de Farmacología Molecular de la asignatura de Farmacodinamia a contextos patológicos, considerando los aspectos culturales, sociales y territoriales asociados a la génesis, desarrollo, progresión y tratamiento de enfermedades crónicas no transmisibles. Más específicamente, las profesionales abordaron la diabetes (tipo 1, tipo 2 y gestacional) y cáncer (colon, gástrico y mamas).
El Collaborative Online International Learning (COIL), o Aprendizaje Colaborativo Internacional en Línea, se trata de un enfoque pedagógico que, como parte de su clase, conecta a estudiantes y profesores de diferentes culturas para aprender, discutir y colaborar entre sí. Recientemente, la profesora Yenniffer Ávalos, de la Facultad de Química y Biología de la Usach, logró implementar íntegramente su programa bajo esta modalidad que busca la innovación pedagógica con un sello de internacionalización.
“Quería generar un espacio de colaboración con una Universidad líder en el área de farmacología, de reconocida trayectoria académica y científica. En ese sentido, analicé el plan de estudios y encontré varios puntos de unión que podían favorecer una interacción enriquecedora”, comentó la profesora Ávalos.
El proyecto que desarrolló junto a la Dra. Berenice Ovalle, de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México, institución con la que la Usach tiene convenio, se tituló “Misma enfermedad, ¿mismo tratamiento?”.
Consistió en aplicar los contenidos sobre receptores y vías de transducción de señal estudiados en la Unidad de Farmacología Molecular de la asignatura de Farmacodinamia a contextos patológicos, considerando los aspectos culturales, sociales y territoriales asociados a la génesis, desarrollo, progresión y tratamiento de enfermedades crónicas no transmisibles. Más específicamente, las profesionales abordaron la diabetes (tipo 1, tipo 2 y gestacional) y cáncer (colon, gástrico y mamas).
“Los y las estudiantes trabajaron en grupos homogéneos donde siempre hubo distribución similar en cuánto a sexo y Universidad de origen. Estos grupos trabajaron de manera colaborativa, sincrónica y asincrónica, durante 4 semanas comparando los factores de riesgo, progresión y tratamientos de las enfermedades descritas anteriormente, contrastando las guías clínicas de cada país, así como también buscando información de frontera en buscadores científicos reconocidos.
“Finalmente, se realizó una actividad reflexiva respecto al impacto que tuvo en su formación y de manera personal el desarrollo de esta actividad”, explicó la profesora Ávalos.
La Universidad de Santiago, a través de su Departamento de Relaciones Internacionales e Interuniversitarias, ha promovido activamente los proyectos COIL como forma de internacionalización del currículum para hacer crecer la oferta del intercambio virtual.
Consultada por la importancia de estos programas, la profesora de la Facultad de Química y Biología comentó que “no sólo aportan en el desarrollo disciplinar o técnico tanto de académicos/as como de estudiantes, sino que principalmente apuntan al desarrollo de competencias interculturales y habilidades del siglo, tales como reconocer y abrazar la diversidad, adoptar y construir un pensamiento y conducta libre de estereotipos y prejuicios, el respeto, la empatía, la apertura de ideas, la curiosidad, la flexibilidad y la tolerancia a la incertidumbre”.
En cuanto a su experiencia personal en la implementación de un programa COIL, se manifestó contenta con los resultados y mencionó que lo que más le llamó la atención fue la recepción por parte del estudiantado.
“Realmente trabajaron muy bien y de manera casi completamente autónoma, realizaron trabajos de gran calidad y fueron capaces de organizarse demostrando un alto compromiso con sus compañeros/as internacionales. Más aún, reconocen y aprecian la riqueza de esta actividad. Destaco fundamentalmente que todos las y los estudiantes la repetirían a pesar de que significa un tiempo adicional de trabajo en el curso”, relató.
Asimismo, tuvo palabras para quien fue su colega y compañera en esta experiencia, la Dra. Berenice Ovalle. “Trabajar con ella fue realmente un agrado y una experiencia muy satisfactoria. Es una investigadora y académica muy comprometida, trabajadora y colaborativa. A pesar de las diferencias de horario, pudimos generar un proyecto que realmente se nutrió del aporte y la visión de ambas”, remarcó.
Si le interesa conocer más de este tipo de iniciativas y cómo incorporarlas en los programas de estudios, puede consultar este ENLACE
Autor:
Alexander Rivera
Fotografía:
Captura de Pantalla