A finales de 2022, OpenAI, organización centrada en la investigación y desarrollo de proyectos de inteligencia artificial, lanzó ChatGPT, un sistema de Inteligencia Artificial (IA) con capacidad de generar textos originales, contestar preguntas y resolver tareas, superando en cinco días el millón de usuarios, y los 100 millones en apenas dos meses.
Al mismo tiempo, se convirtió en una herramienta que facilita el plagio, encendiendo las alarmas de escuelas y universidades a nivel mundial, al punto que en algunos países se optó por prohibir su uso.
En ese contexto, la Esfera de Académicas Usach organizó un conversatorio, donde el principal orador fue el Dr. Ricardo Baeza-Yates, director de investigación en el Institute for Experiential AI of Northeastern University, en Silicon Valley, California, EEUU.
En su charla “The Dangers of Generative AI”, el experto abordó tres aristas de la temática: ¿Qué es ChatGPT y para qué se puede usar de forma segura? ¿Cuáles son sus problemas? Y, finalmente, los inconvenientes que puede generar en la Enseñanza Superior.
Para el informático chileno-catalán la utilización de este tipo de herramientas no son malas ni buenas. “Algunas herramientas no son éticas y no deberían existir pues hacen más daño que bien. Esto es en general, no sólo la IA (por ejemplo, las armas). Pero las que sí debieran existir, dependen cómo se usen. En algunos casos podemos estimar el daño y argumentar que el beneficio es mucho mayor, como es el caso de las vacunas”, aseguró.
Con respecto a los beneficios e inconvenientes que pueda traer ChatGPT para la Enseñanza Superior, el especialista indicó que puede ser utilizado como “profesores virtuales que enseñan los temas que no se conocen mediante una conversación. El problema es que puede inventar cosas y el o la estudiante no se dará cuenta que aprenderá cosas que no son ciertas, pero en ese caso, podemos incentivar a que se usen estas herramientas y la tarea ahora será verificar cuándo dicen la verdad y en qué momento”.
A su juicio, el mayor peligro que conlleva el producto de la OpenAI y otras herramientas similares, está en que se generen imágenes y videos para ser usados como insumo de noticias falsas. “Eso puede ser muy dañino para la convivencia y la democracia, aumentando la polarización que ya existe. Por esto, es muy importante regular el uso de estas tecnologías en cada ámbito productivo para evitar el abuso de las mismas”, remarcó Dr. Ricardo Baeza-Yates.