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Comunidad universitaria celebra hoy 173 años del Plantel con tradicional ceremonia y concierto de aniversario

Comunidad universitaria celebra hoy 173 años del Plantel con tradicional ceremonia y concierto de aniversario

 


Hoy miércoles 6 de julio, a las 11.30 horas, la Universidad de Santiago de Chile celebrará sus 173 años de historia, en la tradicional ceremonia de aniversario que convoca a toda la comunidad de nuestra Casa de Estudios.

En este evento, la Usach reconoce el compromiso institucional de sus integrantes, al tiempo que distingue la excelencia académica de las/os estudiantes de las distintas unidades.

En ese sentido, el rector Zolezzi hará entrega de medallas “Presidente Manuel Bulnes” a académicas/os, profesionales y funcionarias/os en las categorías Cobre, Bronce, Plata y Dorada, por los 10, 20, 30 y 40 años de trabajo en la institución, respectivamente.

Asimismo, tres académicos recibirán la medalla Universidad de Santiago de Chile, por cumplir 50 años de servicio: Ramón Blasco Sánchez, Héctor Kaschel Cárcamo y Gumercindo Vilca Cáceres.

Además, en el solemne acto se otorgarán reconocimientos a académicas/os que cambian de jerarquía a titular.

La actividad retorna a la presencialidad en el Aula Magna de la Corporación, tras dos años de desarrollo virtual por las restricciones que trajo la pandemia durante 2020 y 2021.

Transmisión Concierto de Aniversario

A ello se suma esta noche,  el Concierto de Celebración de los 173 años de vida de nuestra Universidad,  que se realizará en el Teatro Aula Magna del  Plantel.

El Coro Sinfónico dirigido por Andrés Bahamondes y la Orquesta Clásica bajo la dirección general de David del Pino Klinge, presentarán la Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven, una de las obras sinfónico-corales más emblemáticas de la trayectoria del compositor alemán.

La invitación es a seguir la presentación a partir de las 19:00 horas en vivo por la transmisión simultánea de Radio Usach (94.5 FM) y STGO TV (señal digital 50.1) ; y por la pantalla gigante que se instalará hacia la vía pública ubicada en el frontis de la Universidad (Alameda 3336), salida metro Estación Central.

Sigue la transmisión de la ceremonia aquí:

 

Dr. Héctor Kaschel Cárcamo: “No me imagino despidiéndome de la Universidad”

Dr. Héctor Kaschel Cárcamo: “No me imagino despidiéndome de la Universidad”


El 30 de abril contrajo matrimonio civil. El 1 de mayo firmó su primer contrato como profesor ayudante de la Universidad Técnica del Estado (UTE) de Valdivia. El segundo día del mismo mes, contrajo las nupcias frente al altar y ante la presencia de Dios. Los tres hechos ocurrieron en 1970.

Esta cadena de sucesos corresponde a la vida del Dr. Héctor Kaschel Cárcamo, profesor titular del Departamento de Ingeniería Eléctrica, director del Postítulo de Telecomunicaciones y Redes, del Laboratorio de Redes de Sensores Inalámbricos (ARASEC), y director de la Junta Directiva.

Estos acontecimientos demuestran cómo la vida del ingeniero, en distintas áreas de la vida, ha estado ligada a nuestra institución. En 2020 su relación con el Plantel cumplió 50 años y, en ese sentido, reconoce que su unión con nuestra Casa de Estudios es “excepcional”, ya que no es habitual que la vida laboral y la familiar-personal se entrecrucen de esta manera.

En este medio siglo, le tocó estar presente en uno de los mayores cambios que ha tenido la Corporación en sus 173 años de vida. Dicho evento se refiere al Decreto con Fuerza de Ley Nº 23 del 21 de marzo de 1981, el que ordenaba sustituir la denominación de Universidad Técnica del Estado por el de Universidad de Santiago de Chile (Usach), marcando un hito en las profundas transformaciones iniciadas en el Plantel desde el Golpe de Estado de 1973.

Pese a este último episodio, el Dr. Kaschel valora haber vivido el proceso. “Es un orgullo pertenecer a esta Universidad, a ambas la verdad. Si me preguntan por diferencias, yo respondo que son una sola. (…) Veo una alma máter única, por eso hablamos de la Escuela de Artes y Oficios (EAO), hablamos de la UTE o de la Usach como una sola”, remarcó.

En todo este tiempo ha cumplido diversas funciones dentro de la Universidad, entre ellas destacan sus condiciones de académico, investigador, director de departamento, decano de la Facultad de Ingeniería, director Dirección General de Graduados Usach, director de la Unidad de Coordinación de Centros de Investigación, y presidente de la Junta Directiva del Plantel, cargo que ocupó entre los años 2014 y 2020.

En estos momentos el Dr. Héctor Kaschel se desempeña como académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica, director de la Junta Directiva, director del Programa del Postítulo en Telecomunicaciones y Redes, director de SEGIC y director del Laboratorio de Redes de Sensores Inalámbricos (ARASEC).

En ese sentido, tiene claro que el momento de dejar sus funciones en la Usach es cercano, pero en este momento no está entre sus prioridades. “No me imagino despidiéndome de la Universidad, pero Dios dirá. Mientras me acompañe la salud, continuaré aquí”, sentencia.                                                                                         

Vida de estudiante y académico

Si bien administrativamente el oriundo de Línea Solar -localidad ubicada hacia la costa de Puerto Varas, en la Región de Los Lagos- inicia su historia contractual con el Plantel en el año 70, su ligazón con la Corporación se inicia en 1969, cuando ingresa a estudiar a la sede de la UTE en Valdivia. La carrera que eligió fue Ingeniería de Ejecución Electricista mención Electrónica y Telecomunicaciones.

Durante el primer año de estudios superiores, destacó por su actitud y dedicación a los estudios, lo que contribuyó a que en 1970 obtuviera el cargo de profesor ayudante de cátedra, siendo el contrato -en ese tiempo se necesitaba para ejercer esta función- que marca su inicio como trabajador de la Institución.

Luego en 1974, con 22 años, aceptaría el cargo de director del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la UTE - Valdivia. El comienzo de su etapa administrativa no fue fácil. Eran tiempos de rectores militares al mando de las universidades públicas y en ese contexto fue que, en los primeros meses de su gestión, llegó la orden de las autoridades de la Universidad en Santiago, de cerrar la carrera de Ingeniería de Ejecución Eléctrica (IEE), porque entendían que en las sedes de Temuco y de Valdivia se impartía el mismo plan de estudios con la misma mención. Tras la visita a la sede valdiviana del rector de la época y la correspondiente explicación la situación se aclaró, lo que significó que la carrera pudiera seguir funcionando.

Cabe aclarar que por esa época en la capital de La Araucanía se dictaba Ingeniería en Ejecución Eléctrica con mención en sistemas eléctricos de potencia y en la ciudad de Los Ríos era la IEE con mención en Electrónica y Telecomunicaciones.
 
Continuidad de Estudios

Desde pequeño al Dr. Kaschel le gustó estudiar, por eso no fue extraño que en 1976 cursara tres asignaturas de Ciencias Básicas de la de la carrera de Ingeniería Civil en Electricidad, que se dictó en la UTE sede Valdivia por parte de la Facultad de Ciencia. Resultó ser el mejor estudiante y ganó una beca para trasladarse a Santiago al año siguiente a completar los estudios de ese programa de estudios, sin embargo las autoridades de la época prohibieron el perfeccionamiento de las/os académicos/as, bloqueando sus aspiraciones.

Pese a este traspié, en 1979  viaja a la capital tras realizar un traslado académico con un colega que debía retornar a Valdivia. A Santiago llega como profesor del Departamento de Tecnologías Industriales de la Escuela Tecnológica, instalaciones ubicadas, en esa época, en la comuna de Recoleta.

Al año siguiente ingresa a estudiar la carrera de Ingeniería Civil Eléctrica, mención Electrónica y Telecomunicaciones lo que le significó cumplir, paralelamente, con sus responsabilidades de académico y de estudiante, que se tradujo en tener “una rutina diaria de 18 horas, donde muchas veces no alcanzaba ni a comer”, recuerda Kaschel.

Bajo ese estricto régimen autoimpuesto en 1984 obtiene el nuevo título siendo el mejor estudiante de la Carrera de Ingeniería Civil en Electricidad. Sin embargo, antes de finalizar el plan de estudios, un profesor le ofrece un puesto de académico en el Departamento de Ingeniería Eléctrica y la posibilidad de partir a Alemania a cursar un Doctorado. Aceptó ambas propuestas.

Con el grado de Doctor en Ingeniería Eléctrica, vuelve a Chile en el año noventa. En 1998 es elegido y reelecto en el 2000 como director del Departamento de Ingeniería Eléctrica, esta vez en Santiago. En 2005 asume como decano de la Facultad de Ingeniería (FING).

Siendo la máxima autoridad de la FING, fue elegido presidente del Consejo de Decanos de Facultades de Ingeniería de las Universidades pertenecientes al Consejo de Rectores (CONDEFI). Paralelamente le correspondió ejercer tanto la presidencia del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Chile (IEEE), como la presidencia de la Asociación Chilena de Control Automático (ACCA), sumado a las horas que le dedicaba a la docencia, investigación y gestión.

Esta es una de las cosas que ha caracterizado al académico durante el medio siglo ligado a la Universidad. “Todos se afligen porque estoy muy ocupado, pero a mí el tiempo me alcanza para todo (ríe). Mí receta es nunca dejar tareas para el otro día. No me acuesto sin  terminar las tareas del día”, afirma.

Esa misma dedicación y estructura la utiliza en su rol de docente, donde asegura que siempre busca que sus “estudiantes sean los mejores profesionales, pero también les digo que tienen que ser muy buenas personas, porque la parte humana, para mí  es fundamental en la formación profesional. El mejor sueldo que he recibido, y yo creo que voy a seguir recibiendo, será la sonrisa de mis estudiantes, donde voy siempre me reciben con cariño y eso para mí es impagable”, destaca el director del ARASEC.

El Dr. Kaschel ha participado en diferentes proyectos como investigador responsable, co-investigador, al mismo tiempo que ha sido evaluador de proyectos Fondecyt, Fondef y Corfo. Pese a que no tiene un número exacto, calcula que ha participado de “300 publicaciones”, entre las que cuentan artículos científicos y capítulos de libros. En esta área, una de sus últimas participaciones ha sido en un libro denominado ‘Plan Maestro Modelo para el Desarrollo de Infraestructura Habilitante de Ciudad Inteligente Abierta’, que fue desarrollado en un proyecto conjunto con Corfo y La Asociación Chilena de Empresas de Tecnología de la Información (ACTI).
 

Gumercindo Vilca: “Nunca he sentido que vengo a un espacio de trabajo”

Gumercindo Vilca: “Nunca he sentido que vengo a un espacio de trabajo”


La oficina salitrera Victoria se ubicaba a 115 kms al sureste de la ciudad de Iquique. En su periodo de apogeo producía 150 mil toneladas métricas de nitrato, además de contar con más de dos mil trabajadores. Junto a sus familias, habitantes ocasionales, funcionarios públicos, profesionales y comerciantes, conformaban una pequeña ciudad de nueve mil habitantes que contaba con diversos servicios para su población: un hospital, una piscina pública, un teatro, un retén de Carabineros, una estación de radio, escuelas, como también organizaciones sociales, clubes deportivos, entre otras agrupaciones.

Victoria comenzó a funcionar en 1945. Dos años después, en el centro hospitalario de la oficina, nació Gumercindo Vilca Cáceres (75). Hijo de pampino y de una dueña casa, a los siete años ingreso a la escuela de la salitrera, lugar donde se destacaría por su aptitud y actitud para los estudios. Por aquella época, el nivel educacional de las personas nacidas y criadas en la oficina se detenía en el ciclo básico. Sin embargo, un profesor de la primaria invitó a Gumercindo, y a un grupo de compañeros, a viajar a Iquique para continuar sus estudios en el industrial de esa ciudad. “Actualmente, es como si una persona de bajos recursos fuera a estudiar a Harvard”, explica Vilca.

En la capital regional nortina estuvo internado 5 años. En los últimos dos, un profesor extendió una invitación a él y a un par de compañeros para preparar el bachillerato en ciencias, que era el instrumento para ingresar a la Universidad de la época. Fueron 24 meses de intensas jornadas de estudios los sábados y los domingos en las dependencias donde estaba internado.

El reforzamiento rindió sus frutos, puesto que en 1961 el joven Vilca ingresó a la carrera de Ingeniería de Ejecución mención Plantas de Fuerza  en  la UTE-Antofagasta, la que finaliza en 1966. En aquello años en las sedes regionales se estudiaba la ejecución y en Santiago la civil. La capital sería el siguiente paso.

Fue en 1971 cuando Gumercindo Vilca ingresa al estamento académico mientras realizaba los cursos para convertirse en Ingeniero Civil Mecánico Área de Sólidos Mención Diseño UTE-Santiago del Plantel como ayudante de cátedra, documento obligatorio para ejercer dicha función en esa época, hecho que marca el comienzo de medio siglo ligado a nuestra Casa de Estudios estatal y pública.

“Cuando vi el aviso que se necesitaban docentes para la Escuela Tecnológica (instalaciones de la Universidad ubicadas en la comuna de Recoleta, las que se utilizaron hasta mediado de los años noventa, momento en que toda la parte administrativa y el equipamiento se incorporan a la recientemente creada Facultad Tecnológica), yo me estaba preparando para volver al norte para trabajar en minería que era lo natural, pero vi el cartel y me quedé. Nacieron los hijos, me fue gustando y me quedé”, detalla el ingeniero. 

En estos 51 años ha ocupado diferentes cargos y funciones, entre los que se pueden nombrar: jefe de área mecánica del Departamento de Tecnologías Industriales, Escuela Tecnología Usach (1974); jefe de subárea mecánica del mismo departamento. (1977-1978); coordinador de carrera de Ingeniería de Ejecución en Estructuras (1979-1980); director del Departamento de Tecnologías Industriales en cuatro periodos (1990-1992/ 2004-2005/ 2008-2011/ 2019-2021); consejero del Departamento de Tecnologías Industriales (1998-2004); vicedecano de docencia de la Facultad Tecnológica (2005-2007); decano de la Facultad Tecnológica en dos periodos seguidos (2011-2014/2014-2017) ; y académico, su pasión.

De estos, destaca el primer ciclo como director de departamento, ya que “en  el año noventa termina del periodo de rectores militares en la Usach y en Tecnologías Industriales hicimos la primera elección para elegir quién iba dirigir toda la unidad. Entonces me convertí en el primer director tras el retorno a la democracia y ese momento lo recuerdo con mucha satisfacción”, resaltó.

Para el actual académico del área de Mantenimiento Industrial, del Departamento de Tecnologías Industriales,  trabajar en la Usach le ha permitido “crecer como persona, profesional, además, he podido darle a mi grupo familiar una estabilidad. A parte de mi familia, creo que la Universidad es y ha sido todo”, sentenció.

Por este motivo, su quehacer en la Universidad nunca la ha visto como una obligación. “Nunca he sentido que vengo a un espacio de trabajo cuando me levanto. El día que sienta que voy a la Universidad porque es un trabajo, voy a pensar en retirarme… espero que no llegué ese día. Por lo tanto, me siento un privilegiado de estar trabajando en una institución con estas características, ya que es distinto trabajar solo con máquinas que hacerlo con estudiantes, igualmente, tener la oportunidad de generar conocimiento… es un privilegio la verdad”, remarca.

Vida como académico

Estudiante: “Mi papá le mandó muchos saludos, profesor”
Profesor Vilca: “Muchas gracias. ¿Y cómo se llama tu papá?”
Estudiante: “Guillermo Arenas”
Profesor Vilca: ¡Me acuerdo! Mándale saludos.

Esta conversación se ha repetido un par de veces en el medio siglo que Gumercindo Vilca lleva ligado a la Universidad. Son estos pequeños episodios los que han forjado su pasión por hacer clases, los cuales nunca se han interrumpido, pese a los diferentes roles que ha tenido que ocupar en el Plantel. “Nunca dejé de hacer mis 12 horas de clases, ni cuando fui decano ni director. Para mí el sentido de estar acá es compartir con los estudiantes. La Universidad son las/os profesoras/es, las/os estudiantes y las personas que la conforman. Lo demás son edificios, son máquinas, pero la Universidad somos nosotras/os y no será más de lo que seamos nosotras/os”, asegura.  

La historia del académico, ex director de departamento, ex jefe de unidad y ex decano Vilca comienza en una salitrera. ¿Qué pasó con ella? Malas administraciones, cambios de propietarios y, finalmente, el aumento progresivo de los costos de operación obligó a Soquimich el cierre de la actividad minera en Victoria el año 1979, siendo la última oficina de la Región de Tarapacá. Aunque hoy es un pueblo fantasma, es posible recorrerla, conocer su historia y recordar sus tiempos de apogeo a través de tours que realizan empresas del rubro turístico.


 

Ing. Mg. Ramón Blasco Sánchez: “docencia, investigación y administración marcan mi actividad universitaria. Me siento agradecido”

Ing. Mg. Ramón Blasco Sánchez: “docencia, investigación y administración marcan mi actividad universitaria. Me siento agradecido”


En 1969 Ramón Blasco Sánchez ingresó a la carrera de Ingeniería en Ejecución en Química en Santiago, plan de estudios que se impartía en el Departamento de Química de la EAO. Tres años después, en 1972 la Universidad Técnica del Estado (UTE) comenzaba a concretar algunos cambios estipulados en su nuevo Estatuto Orgánico.

Comienza a operar la Facultad de Ingeniería (FING). En su conformación, la Unidad Mayor agrupó a tres unidades académicas que hasta ese momento eran independientes al interior de la UTE: la Escuela de Ingenieros Industriales, la Escuela de Técnicos Industriales (ETI), que era parte de la Escuela de Artes y Oficios (EAO) e impartía las carreras del grado técnico, y la Escuela de Construcción Civil (ECC).

Ese mismo año se genera un reordenamiento de las carreras impartidas por la EAO y la Escuela de Ingenieros Industriales, lo que derivó en el nacimiento del Departamento de Ingeniería Química (DIQ). Fue en este proceso que la administración y el equipamiento del Departamento Química y, en particular, el área de Química Industrial se trasladó a las instalaciones del nuevo DIQ. El cambio significó la incorporación oficial de esta repartición a la Unidad Mayor. 

En este contexto institucional, Blasco firma su primer contrato con el Plantel. “Egresé de Ingeniería de Ejecución Química el año 72, el mismo año me contrataron como alumno ayudante. Este contrato permitía el ingreso a la administración pública como funcionario de la Universidad Técnica del Estado”, recuerda el hito que marcaría el inicio de medio siglo ligado contractualmente a la Universidad de Santiago.

Posteriormente, a inicios de 1973 postuló a un cargo de jornada completa del área de Química Industrial. Para ello, rindió un examen de antecedentes y oposición, el que superó y fue aceptado como profesor de jornada completa. Sus primeros cursos fueron Métodos de Cálculo, Balances de Materiales y Energía y Laboratorios. Conjuntamente a su actividad académica, inicia sus cursos para obtener el título de Ingeniero Civil Químico graduándose en 1978.

Las actividades de docencia y de investigación llevaron al profesor Blasco a cursar el Magíster en Ciencias de la Ingeniería, mención Química, en la Universidad de Chile. Se graduó con distinción  máxima, en 2001, con una tesis donde comienza a trabajar el secado de materiales, una de sus áreas de investigación.

El ingeniero civil químico es categórico en señalar que nuestra Casa de Estudios estatal y pública “ha significado todo” en su vida. Dice que le ha permitido ser “el sustento familiar, desarrollarme como persona y sentir que he aportado a la formación de estudiantes, a la sociedad, al departamento y a la Universidad, y eso me deja muy satisfecho”.

Académico, investigador y cargos administrativos

En cuanto a investigación, el Mg. Ramón Blasco ha participado en numerosos proyectos Dicyt, Fondecyt y Fondef, como investigador principal o cumpliendo labores de coinvestigador.

Entre ellos recuerda que sus primeros trabajos de investigación estaban relacionados con procesos de extracción de productos naturales y en particular de aceites desde semillas de oleaginosa. “De ahí salió mi primera publicación en la revista Contribución. Después de eso continué trabajando el tema de la extracción de productos químicos desde vegetales y algas, por el financiamiento que obtuve por un proyecto de investigación que me otorgó Conicyt. Los primeros productos obtenidos fueron Solasodina, Agar Agar y Carragenano”, señala.

Las temáticas a investigar con posterioridad fueron cambiando debido a su participación en grupos de trabajo relacionados con procesos de secado. De aquello, destaca y recuerda a un grupo de profesores entre los que se encuentran “los doctores Pedro Iván Alvares, Alejandro Reyes y Rolando Vega con quienes fuimos parte de numerosos proyectos Fondecyt y Fondef. Con ellos desarrollamos investigaciones en conjunto en esta área. También publicamos en revistas internacionales y participamos en congresos mundiales, latinoamericanos y nacionales”.

Agrega que “igualmente hicimos diversas innovaciones tecnológicas, que permitieron trabajos a nivel de laboratorio y de planta industrial de harina de pescado. Ejemplo de ello diseñamos y participamos de la implementación de un secador de transporte neumático, donde utilizamos vapor sobrecalentado como fase gaseosa. De esos procesos, dan cuenta diversas publicaciones”.

Con respecto a sus labores docentes, Ramón Blasco dice que han estado relacionadas con la generación de conocimiento científico. Esta situación ha marcado su quehacer en la Universidad.  “Tuve algunas oportunidades de trabajar en empresas, pero me gustó la Academia y por eso me quedé acá”, recalca.

Sin embargo, a medida que iba adquiriendo responsabilidades administrativas en el Departamento de Ingeniería Química y en la Facultad de Ingeniería, el tiempo que requería para investigar y hacer docencia se fueron acotando.

Primero fueron dos periodos consecutivos como director del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Santiago (1994 - 1998). Luego vendrían labores como consejero académico de la Facultad de Ingeniería (1992-1994 / 1998-2000) y en la Universidad de Santiago (2008-2016).

Su actividad administrativa se intensifica en 2002 cuando es elegido decano de la Facultad de Ingeniería de la Corporación, cargo que desempeñó hasta 2005. Posteriormente, en  2008 volvió a ser electo como autoridad máxima de la Facultad, cargo en el que es ratificado a través de una elección, para el periodo 2011-2014.

Paralelamente a las actividades propias del decanato, el profesor Blasco realizó diversas actividades que han tributado al fortalecimiento de los distintos departamentos, unidades y académicas/os de la Facultad de Ingeniería. Uno de los más destacados es el proyecto de Ingeniería 2030 -cuya adjudicación y financiamiento lo otorga Corfo-, donde se trabaja en conjunto con las Universidades de Concepción y Católica de Valparaíso.

Igualmente, en esta etapa de su carrera administrativa tuvo una destacada participación en instancias gremiales. Una de ellas fue su elección como presidente de la Asociación de Decanos de Facultades de Ingeniería de Chile (Condefi), labor que ejercía al mismo tiempo que la presidencia de la Asociación Iberoamericana de Instituciones de Enseñanza de la Ingeniería (Asibei). Este último cargo le permitió mostrar y destacar las carreras de ingeniería de la Universidad de Santiago a nivel mundial.

Retiro

A sus setenta años, el profesor Blasco mira el retiro de la Universidad como algo ineludible. Sin embargo, siente que puede seguir aportando a las nuevas generaciones de estudiantes y colegas.

“La Universidad entrega condiciones especiales para que uno se retire y hay que considerarlo, pero me siento muy comprometido con el Departamento de Ingeniería Química. La experiencia acumulada en los distintos cargos ocupados, puede servir para que nuestro Departamento  continúe en los primeros niveles dentro de la Facultad y también a nivel nacional”, concluye.

 

Universidad de Santiago de Chile cumple 171 años y ratifica su rol social en el contexto de la pandemia

Universidad de Santiago de Chile cumple 171 años y ratifica su rol social en el contexto de la pandemia

Ayer lunes 6 de julio, la institución fundada en 1849 como Escuela de Artes y Oficios, cumplió 171 años de historia, consolidada, actualmente, como una de las principales entidades de educación superior del país y reconocida a nivel nacional e internacional bajo el nombre de Universidad de Santiago de Chile.

Por primera vez en toda su vida institucional, nuestra destacada Casa de Estudios, estatal y pública, debió celebrar su aniversario de manera remota, producto de una crisis sanitaria sin precedentes, “que no solo nos mantiene alejados físicamente de nuestros espacios laborales y compañeros de trabajo, sino que en muchos casos, también de nuestros seres queridos”.

Así lo expresó el rector de nuestro Plantel, Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, quien presidió una solemne transmisión a través del canal oficial de la Universidad en YouTube; espacio en el cual se rindió homenaje a las y los funcionarios que, desde sus diversos ámbitos, contribuyen al desarrollo de la Institución.

En su alocución, el rector Zolezzi, sostuvo que, como Universidad, “hemos estado desde siempre comprometidos con las necesidades del país y con los desafíos de nuestro entorno, y hoy no es la excepción”.

La máxima autoridad de nuestro Plantel, afirmó que, en el actual contexto, el cuerpo directivo, académico y estudiantil de la Usach, nuevamente ha sido protagonista de trascendentales aportes para resguardar la salud de las y los chilenos.

“Es por ello que quisiera agradecer a todos y todas quienes, desde las diversas áreas disciplinares han impulsado esfuerzos para aportar en medio de esta compleja situación para el país, contribuyendo desde los laboratorios que analizan pruebas COVID-19 y desarrollo de prototipos de ventiladores mecánicos; desde las aulas virtuales donde profesores y estudiantes se han comprometido por sacar adelante el semestre; el arduo trabajo de los equipos a cargo de la atención médica y psicosocial; las iniciativas de las diversas unidades que organizan la colaboración interna para apoyar a nuestra comunidad y entorno, atendiendo las necesidades básicas de alimentación y aseo; la opinión de los expertos en ciencia y humanidades que aportan a la comprensión de la pandemia y sus efectos; las diversas iniciativas culturales difundidas en modo virtual durante este periodo, así como el trabajo de las y los funcionarios que en medio de la complejidad han aportado con su disposición y compromiso para sobrellevar esta pandemia”, expresó el rector.

De acuerdo al Dr. Zolezzi, “estas acciones y muchas más, destacan el profundo sello identitario que nos caracteriza, reflejo de los valores que nos unen como la cooperación, la inclusión y la responsabilidad social”.

Durante la solemne actividad, el rector de la Universidad de Santiago recordó “a quienes fueron parte de nuestra comunidad universitaria y sus familiares que, debido a la pandemia, hoy ya no están con nosotros”.

“Vaya para cada una de esas familias, mis más sentidas condolencias, esperando que el tiempo les dé el consuelo para sobrellevar su irreparable pérdida”, expresó.

Durante la transmisión en línea, que luego de un par de horas de su estreno superaban las 2.400 visitas, se hizo entrega simbólica de la medalla al mérito Manuel Bulnes, que se otorga en cada aniversario, a las y los funcionarios que cumplieron 10, 20, 30, 40 y 50 años de servicio.

En esta ocasión, fueron reconocidos por su medio siglo de trabajo en nuestra Casa de Estudios, el académico del Departamento de Química de los Materiales, Dr. Juan Luis Gautier; y la académica del Departamento de Ciencias del Ambiente, Dra. María Victoria Encinas.

La transmisión, además, contó con la impecable presentación del Coro Sinfónico de la Universidad de Santiago de Chile, que interpretó, siempre de manera remota, el tema Arriba en la Cordillera de Patricio Manns, con la dirección de Andrés Bahamondes y con arreglo coral de William Child.

Junto con la ceremonia online a través de YouTube, la Universidad de Santiago compartió mensajes y videos conmemorativos en todas sus redes sociales, recibiendo múltiples palabras de saludo.

“Saldremos fortalecidos”

La conmemoración del 171º aniversario de la Universidad de Santiago de Chile, sin duda, quedará marcada por la pandemia de Coronavirus que azota al mundo. 

Al respecto, y tras cumplir tres meses en que  la comunidad universitaria trabaja desde sus casas, el rector Zolezzi agradeció, nuevamente, “el enorme compromiso manifestado por todas y todos nuestros/as funcionarios/as, quienes desde sus respectivas tareas, realizan un esfuerzo para mantener el adecuado desempeño de esta Institución”.

“Especialmente, vaya nuestro reconocimiento a quienes han multiplicado sus labores conjugando lo laboral, lo familiar y otras responsabilidades, dando lo mejor de sí para continuar engrandeciendo a esta Casa de Estudios”, señaló.

La autoridad universitaria dijo creer, “sinceramente, que esta experiencia nos fortalecerá y preparará adecuamente para asumir nuevos desafíos y objetivos, proyectándonos como una Universidad imprescindible para construir un Chile más justo para todas las personas, acorde con las realidades que nos presenta el siglo XXI”.

“No me cabe duda que una vez más la resiliencia tan propia de las y los nacidos en esta tierra, nos permitirá estar a la altura de los enormes desafíos que tenemos por delante, para continuar construyendo futuro en la senda de nuestra excelencia académica, la pertinencia de nuestras carreras y el profundo rol social que es una tradición reconocida globalmente y nuestro sello distintivo”, afirmó el Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid..

Revisa la ceremonia de aniversario y entrega de la medalla Manuel Bulnes, a través del siguiente enlace: 

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