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Textos publicados por Editorial Usach fueron entregados a los Convencionales Constituyentes
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Elisa Loncon: “No hay voluntad política de acogida de la Convención Constitucional por parte del gobierno, a eso se debió el abandono y vulneración en que nos dejó”
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El aporte de las Universidades del Estado en el proceso constituyente
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Con mensaje para fundar un nuevo Chile plurinacional la Dra. Elisa Loncon se convirtió en presidenta de la Convención Constitucional
Con mensaje para fundar un nuevo Chile plurinacional la Dra. Elisa Loncon se convirtió en presidenta de la Convención Constitucional
“Es una linda señal del pueblo de Chile que la Convención esté presidida por una indígena mapuche”, señaló la Dra. Elisa Loncon que el domingo 4 de julio fue elegida presidenta de la Convención Constitucional para la elaboración de una nueva carta magna para Chile.
“Es un paso para instalar un Chile distinto que respete la condición humana de la diversidad, valore a las mujeres y sus raíces ancestrales”. Por eso, espera que su sello como presidenta de la Convención, sea la plurinacionalidad para que la manera de relacionarnos deje de ser homogénea y se reconozca la diversidad, “que se admita y asuma como normal que tenemos lenguas diferentes... Somos pueblos con otros valores y otras formas de entender el conocimiento, la discusión, el desarrollo, la filosofía, y debemos dar espacio a que esa pluralidad que representamos se instale. También la pluralidad de las regiones, de las mujeres y de sectores diversos, incluyendo la diversidad sexual”, sostuvo la académica del Departamento de Educación de la Facultad de Humanidades.
Su candidatura en la CC se dio como parte de una decisión colectiva, una forma de tomar decisiones propia de los pueblos originarios. “Yo propuse que podía ser candidata siempre y cuando tuviera el apoyo de la autoridad tradicional máxima que tenemos, los constituyentes decidieron y entonces acepté. Lo que hay que decir es que es una candidatura colectiva. No voy por una situación personal, y mi tiempo, mi trabajo, tiene que vincularse a esa decisión colectiva”, comentó.
En relación al aporte del pueblo mapuche, la académica señaló que “vamos a aportar nuestra memoria, esa memoria que nos ha sido enseñada. Es la memoria histórica. En Chile se ha negado la memoria de las naciones originarias y ahí hay una deuda con los pueblos originarios, porque se han vulnerado a lo largo de la historia”. Y junto con la memoria y el recuerdo, sostiene que es muy importante “hablar de la verdad histórica, porque toda vulneración de derechos humanos requiere reparación y se tendrán que reparar las violaciones que se cometieron con nuestros pueblos. Eso lo tiene que entender el pueblo de Chile”.
La elección
Con 96 votos, de un total de 155, la Dra. Loncon Antileo fue elegida presidenta de la recién instalada Convención Constitucional, en una jornada que tuvo suspensiones debido al revuelo provocado por enfrentamientos entre Carabineros y personas que se habían acercado al lugar donde se celebraba la sesión inaugural.
Tras dos procesos de votación entre los 154 convencionales presentes (más el voto de Felipe Harboe de manera telemática), la representante del pueblo mapuche fue elegida por amplia mayoría (Harry Jürgensen obtuvo 33 votos, Patricia Politzer 18, Isabel Godoy 5 y 3 fueron blancos).
Luego de recibir las felicitaciones, la Dra. Elisa Loncon hizo un emotivo, fuerte y poderoso llamado en mapuzungún y también en español a todo el pueblo de Chile y agradeció el apoyo a quienes depositaron su confianza en una “persona mapuche, mujer, para cambiar la historia de este país”. Continuó señalando que como grupo estaban “felices por esta fuerza que nos dan, pero esta fuerza es para todo el pueblo de Chile: todos los sectores, para todas las regiones, para todos los pueblos y las naciones originarias que nos acompañan, para todas las organizaciones, este saludo y agradecimiento es también para la diversidad sexual, este saludo es para las mujeres que caminaron en contra de todo sistema de dominación”.
La académica del Departamento de Educación de la Universidad de Santiago continuó señalando que “estamos instalando aquí una manera de ser plural, democrática, una manera de ser participativos. Por eso, esta Convención transformará a Chile en un Chile plurinacional, intercultural” y agregó con especial énfasis hacia las personas mapuche “este es un sueño de nuestros antepasados. Este sueño se hace realidad. ¡Es posible, hermanas, y hermanos, compañeras y compañeros, refundar este Chile!, establecer una nueva relación entre el pueblo mapuche, las naciones originarias y todas las naciones que conforman este país”. Hacia el final de su alocución expresó que la Convención trabajaría de manera transparente “por los derechos de nuestras naciones originarias, por los derechos de las regiones, por los derechos a la Madre Tierra, por los derechos al agua, por los derechos de las mujeres, por los derechos de los de los niños”, y expresó solidaridad con los “otros pueblos que sufren”, refiriéndose a los cuerpos de los niños indígenas recientemente encontrados en Canadá.
Orgullo sin prejuicios
El rector de la Universidad, Dr. Juan Manuel Zolezzi expresó orgullo al recibir la noticia, señalando “estoy profundamente emocionado de que la Dra. Loncon, mujer y mapuche con una reconocida trayectoria académica haya sido electa por sus pares como la persona que liderará la instancia que será la responsable de escribir la nueva Constitución de Chile, la cual debe responder a las necesidades de más justicia, igualdad conciencia medioambiental, junto con reconocer que somos una nación pluricultural. La nueva constitución deberá recoger los anhelos de las y los chilenos de hoy con mirada para el Chile futuro que queremos”. Asimismo indicó que esta elección da luces de esperanza para que la Educación Superior pública “ocupe un lugar prioritario en la nueva Constitución, por ser un elemento trascendental para el desarrollo del Chile presente y futuro”, y puso a disposición los saberes y aportes de Usach Constituyente.
La decana de la Faculta de Humanidades, Dra. Cristina Moyano, le dedicó “todo el newén del mundo” en un momento histórico para “construir las bases de nueva constitucionalidad que termine, por fin, con esa constitución heredada de la dictadura militar que ha sembrado tanta desigualdad, rabia y tanta injusticia en nuestro país”. Asimismo, expresó su orgullo por la Dra. Loncon, “no sólo porque es mi colega en la Facultad de Humanidades, una gran mujer, una gran activista y una gran académica, sino también porque es una gran luchadora, que ha tenido que subvertir una serie de conflictos para llegar a estos lugares enfrentando racismo, discriminaciones de género que muchas mujeres en este país tenemos que enfrentar y Elisa ha sabido salir airosa”, indica e insta a la comunidad universitaria también a estar “orgullosa de académicos de esta estatura trabajando, comprometidos con la educación pública, laica, pluralista y ojalá, quiero expresarlo, para un nuevo Estado plurinacional”.
La Dra. en estudios políticos y sociales americanos, Pamela Figueroa, también destacó la calidad humana y profesional de la Dra. Loncon, a quien califica como una “mujer brillante” que ha aportado fuertemente en la difusión de la lengua y cultura mapuche, aspectos que sobresalieron “en un discurso solidario, inclusivo, democrático, que da cuenta de una larga historia, pero también pensando en el futuro, que muestra la grandeza, no sólo de Elisa Loncón, sino también de los pueblos originarios para incorporarse a este proceso constituyente que esta comenzando un nuevo ciclo político”.
El Dr. César Ross, especialista en estudios americanos y relaciones internacionales sostuvo que la elección de la Dra. Loncon fue la mejor noticia del día, sobre todo ante lo complejo de los minutos iniciales para la instalación de la Convención. A su juicio, el nombramiento de la académica es “es un acto de reparación y de justicia, no sólo porque es mapuche, sino porque es mujer y, además es una mujer de una generación y una provincia donde todo, todo ha sido cuesta arriba”. Agregó que el camino recorrido por la profesora Loncón da cuenta de ese esfuerzo, porque “es una intelectual de mucho coraje y de mucho valor personal”. También valoró su temple ponderado, equilibrado, pero “de convicciones firmes”, que defiende sus puntos de vista, pero no es radicalizada, sino que plantea temas de sentido común y de la mayor dignididad para todas y todos, “es una excelentísima noticia para lo que viene” y concluyó señalando que como “profesora, académica, intelectual y política tiene mucho para ofrecer y es el comienzo de una ‘otra vida’ que Elisa va a desarrollar de aquí en adelante”.
Opinión del historiador Cristián Garay: Otra vez crisis en el Medio Oriente
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Efectivamente, en pocos lugares del mundo la conflictividad religiosa, étnica y de poder adquieren densidades más altas y en términos de ganancia o pérdida absoluta, pasando por muchos imperios que han dejado su huella y sus luchas, entre los más recientes el Imperio Turco y los mandatos coloniales británicos y franceses, sin contar con la cercanía egipcia.
Desde el nacimiento del Estado de Israel la consigna del mundo árabe ha sido su supresión. El mundo árabe sostiene que los israelíes hacen una guerra imperialista para judaizar la zona y revivir el antiguo reino de Sión a costa de la población que en esos años era la dueña de esas tierras concedidas por los aliados para resarcir la falta de un hogar nacional, bajo la sombra de los estragos del exterminio de la Alemania nazi.
Durante décadas las sucesivas guerras fueron trabando una relación que incluyó también la guerra civil libanesa entre cristianos y musulmanes, y el proyecto de una Gran Siria que abarcaba a ese país y se proyectaba sobre Israel. Actualmente, los enemigos de Israel son más lejanos, pero no menos activos. Uno es Irán, que apoya a las milicias Hezbollah y Hamas, una en El Líbano y la otra en la Franja de Gaza.
Algunos misiles usados en los ataques, los Badr-3, con alcance de 260 kilómetros, han sido proporcionados por Irán a la Yihad Islámica Palestina (habían sido usados por milicias chiitas en la guerra civil de Yemen) y marcan la pauta de aceleración de la presencia de Teherán en el centro del conflicto.
Jamenei reconoció el 22 de mayo de 2020, en un discurso, que estaban proporcionando armamento a las milicias palestinas, con la finalidad de destruir el Estado de Israel. “El régimen sionista -precisó- es un letal tumor cancerígeno en la región. Sin la menor duda, será extirpado y destruido”. El otro es Turquía, que con más sutileza ha tratado de explicar que judíos y árabes vivían mejor bajo el manto del Imperio Turco. Erdogan ya creó una zona de influencia directa en la zona kurda, donde los alcaldes del gobierno autónomo han ido cayendo bajo el pretexto que son una influencia terrorista en la región. Añadamos a Estado Islámico y antes a Osama bin Laden.
Pese a todo ello, Egipto se integró a los Acuerdos de Abraham para normalizar las relaciones con Israel, y puede y quiere jugar un papel en la crisis de mediador, en lo que recibe apoyo de Qatar. Una crisis que además es contigua a su territorio. Israel subsiste porque el mundo árabe no es uno, ni siquiera es solo árabe (es iraní, egipcio, turco), y porque los grandes poderes musulmanes tienen estrategias divergentes.
Egipto se vuelve a la paz, mientras Turquía e Irán tratan de cambiar el equilibrio de poder, y Arabia Saudita refuerza su perspectiva de líder del mundo sunita. Por ello el régimen saudita, que propugna el fundamentalismo wahabita, combate las tendencias chiitas en Yemen, apoya a un bando en la guerra civil libia y juega con diferentes armas, entre ellas la económica, para contener a la minoría chiita y a los iraníes.
En este contexto, el fortalecimiento de Israel tiene que ver con la determinación de sus habitantes de consolidar la homogeneidad de su territorio, y por ello han avanzado en proyectos de instalación de colonos en el barrio de Sheikh Jarrah, la zona musulmana de Jerusalén Este, que para los judíos es la capital del Estado y no Tel Aviv.
Para detener este proceso, Hamas, administradora de la Franja de Gaza desde 2007, ha atacado directamente las poblaciones israelíes lanzando unos 3.500 cohetes. Estos fueron acumulados en sedes no partidistas para el ataque realizado, durante el periodo más duro de la pandemia. En contraste, el sistema antimisiles israelí, la Cúpula de Hierro, ha detenido casi el 90% de los ataques, reduciendo al mínimo las bajas por la fiabilidad del sistema: apenas 12 víctimas.
Han respondido con bombardeos hacia objetivos militares situados en núcleos poblados y algunos túneles, provocando 232 víctimas, entre dirigentes militares y también civiles. Y como ha dicho el Primer Ministro Benjamin Netanyahu, tienen la determinación de ir con estas operaciones “hasta el final”, si bien todo indica que el daño mayor debía detenerse este 21 de mayo con el cese de hostilidades provisional gestionado por Egipto.
Desde luego la causa de este conflicto entre Israel y la Franja de Gaza (la parte controlada por Al Fatah ha sido más pasiva) está interconectada, pero es absurdo exigir al Estado de Israel la proporcionalidad en materia de respuestas militares, toda vez que Hamas ataca directamente a la población civil con la aceptación de la autoridad palestina.
Está claro que la proporcionalidad que se exige desde los escritorios de Naciones Unidas es teórica y no puede ejercerse bajo una agresión en regla como es la situación actual, en que miles de cohetes salen en busca de ciudades y localidades israelíes. Las condiciones de Hamas para una paz son que Israel se comprometa a no desplazar a los palestinos de Jerusalén Este (habitantes que han optado por la vía judicial ante tribunales israelíes), y a no enviar fuerzas militares o de seguridad a la explanada de las Tres Mezquitas, considerada sagrada para los musulmanes, exigencia que segregaría la ciudad de la jurisdicción israelí y es inaceptable para cualquier Estado que quiera conservar su dominio.
Para algunos (Khaled Abu Toameh, 18-05.2021 ), esta es una “guerra iraní”, posibilitada por el apoyo logístico de Irán. Pero, más allá de eso, este es un conflicto de absolutos, donde lo que pierde uno lo gana el otro, regido por imperativos emocionales y religiosos, incapaz de racionalizarse, lo que impide dar apoyo a cualquiera de las partes, pese a que por curiosidad de la política local estemos ad portas de un candidato presidencial que quisiera encender la pradera de un bosque y un fuego que nos son ajenos, introduciendo el tema del apoyo a un bando en la política exterior. Insistir en la paz y resignarse a la conflictividad del Medio Oriente parecen ser dos situaciones unidas. Si se logra resolver, se merece un Premio Nobel.
