Hermanos titulados por la U. de Santiago lideran principal empresa nacional de reciclaje industrial
Provenientes de una familia con tradición usachina, Andrés, Ingeniero Civil Industrial, y Daniel, Contador Público Auditor, buscaron impulsar un proyecto que tuviera un impacto social y ambiental. Y si bien aseguran fue parte del destino, hoy lideran la empresa más importante a nivel nacional en reciclaje industrial: MIDAS Chile.
La apuesta de los hermanos Saldías Meza procesa anualmente desde el año 2008, 7 mil toneladas de desechos -que cada cuatro años equivalen a una Estatua de la Libertad-, cuenta con cerca de 100 trabajadores, sucursales en el norte y sur de Chile, y oficinas de representación en Perú y Colombia.
El sueño de ambos titulados por nuestro Plantel era arriesgarse en pos de la sustentabilidad, lo que consiguieron a través de la minería urbana, dándole una nueva vida a los desechos.
“La vida nos empujó a tener esta empresa, con un sello social, y estoy convencido que los titulados por la U. de Santiago nos convertimos en agentes de cambios sociales, ese es nuestro gran sello. La U. de Santiago te entrega educación para que crees una sociedad distinta”, enfatiza Daniel Saldías.
Consolidación de una idea
Según nos cuenta Daniel, todo comenzó el año 2003, un día que Andrés quiso afeitarse y no tenía máquina. Fue al Parque Arauco y lo invitaron a participar en un concurso donde ganó el primer premio: una moto que más tarde vendería en 5 millones de pesos.
Andrés, que trabajaba en ese entonces para una empresa metalúrgica, siempre quiso independizarse, y esto lo interpretó como una señal. Vendió una parcela que tenía en Curacaví y recaudó dinero desde otras fuentes que le permitieron comprar una máquina para rectificar material. Los fondos le permitieron arrendar un terreno en Lampa e iniciar su propia empresa.
Daniel, por su parte, comenzó a estudiar para ser Contador Público y Auditor el año 1995, de donde egresó el año 2000. De forma paralela a sus estudios, empezó a involucrase dentro de la política universitaria a través de su Centro de Estudiantes, donde llegó a ser presidente del Centro de Alumnos y más tarde presidente nacional de la carrera.
Trabajó varios años en prestigiosas empresas auditoras, consultoras, laboratorios de farmacéuticas, y empresas de retail. Sin embargo, renunció el año 2007 para hacer algo distinto. Fue entonces cuando Andrés le comentó que estaba implementando una fundición de bronce con 11 personas y le sugirió trabajar juntos.
“La vida repentinamente dio un giro total, de pronto me encontré desarrollando un emprendimiento junto a mi hermano, en el cual es socio y gerente general”, comenta Daniel. Fue así como el año 2008, mientras intentaban conseguir permisos ambientales para comenzar trabajos de fundición, una autoridad fiscalizadora les da permisos para reciclar, asegurando que ese era su negocio y no la fundición de metales.
Pese a que era un concepto poco conocido en ese entonces, allí se constituyó oficialmente http://midaschile.cl/, por ser un nombre de transformación y suerte.
En julio de ese mismo año, la empresa logró sobrevivir a la crisis subprime, que obligó a cerrar a gran parte de la industria de metales. Sin embargo, una empresa de telecomunicaciones les tocó la puerta para que reciclaran sus desechos, comenzando a aprender de reciclaje, sustentabilidad y residuos electrónicos.
Hoy, MIDAS es considerada la primera empresa de reciclaje a nivel mundial con el 100% de su energía compensada con paneles solares y aspira a ser certificada con un sello amigable con el medio ambiente.
Además ha liderado grandes campañas de reciclaje, entre ellas de refrigeradores impulsada por el Gobierno, para priorizar la eficiencia energética, y de zapatillas, cuyo proceso de destrucción puede tardar años.
“Antes no existía hablar de estándares de reciclaje, era quien se lleva tu basura. Hoy, la sustentabilidad es un tema serio, no es algo de moda; es un cambio de foco, de cómo se deben hacer las cosas, en el cual la población se empodera, y exige que las empresas que contaminan se hagan cargo de sus residuos, y allí MIDAS tiene vida propia, que se va construyendo día a día”, puntualiza el egresado.